Argentina es el segundo país con más consumo de drogas psicoactivas de la región

Lo afirma un informe realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA), al que tuvo acceso exclusivo Infobae, y que muestra el aumento del número de casos (alta prevalencia) en el país, en comparación con América Latina. La muestra abarca a las sustancias legales e ilegales: alcohol, cocaína, marihuana, éxtasis, psicofármacos, entre otras. Qué países integran el podio regional. Opinan los expertos.

Por Daniela Blanco

La contundencia de los dichos del experto sirve para precisar un tema que puede resultar inabarcable: “Las drogas en general son nefastas para la salud psicológica y física de cualquier persona”, sentenció el médico psiquiatra y experto en adicciones, Eduardo Kalina, en diálogo con Infobae.

El podio de los tres países con mayor prevalencia anual de consumo de marihuana —la droga más consumida en la región— es primero Uruguay (14,6%), Chile (13,33%) y Argentina (8,13%). Cuatro de cada 10 personas que buscaron ayuda, no la obtuvieron.

El consumo de drogas psicoactivas, que engloba a las legales y a las que no lo son, abarca un conglomerado de sustancias que van desde el alcohol, la cafeína, la nicotina, la marihuana, psicofármacos y ciertos medicamentos para aliviar el dolor (morfina y otros). Y muchas drogas ilegales, como la heroína, el LSD, la cocaína y las anfetaminas, entre otros.

Sobre este tema aporta cifras y estatus al debate, el último estudio realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA), al que Infobae tuvo acceso en exclusiva, y que reveló que Argentina tiene una alta prevalencia de consumo de drogas en el contexto de América Latina y el mundo.

El trabajo, publicado en una revista indexada al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), compara el consumo problemático de sustancias psicoactivas y los distintos abordajes de tratamientos en el país con otras regiones. El objetivo que se propuso la investigación es analizar la evidencia sobre el consumo problemático de sustancias psicoactivas y los abordajes de tratamiento en Argentina desde una perspectiva global.

La investigación de la UCA propone una forma de clasificar los diversos abordajes de tratamiento del consumo problemático de sustancias psicoactivas y se describen algunas formas de tratamiento transversales o complementarias a estas categorías. (Getty)

El paper analiza las últimas estadísticas sobre prevalencia (cantidad de casos) de consumo, trastornos de consumo y la participación en tratamiento en Argentina y en otros países de América Latina y otras regiones del mundo. Y establece una variación por género, edad y grupo socioeconómico.

Las estadísticas analizadas en el trabajo de la UCA muestran la alta prevalencia de consumo de drogas ilícitas en Argentina en comparación con otros países de América Latina y, en particular, la alta prevalencia de consumo y dependencia de la cocaína.

El escenario que describe el estudio de la UCA es paradojal: en general el consumo de drogas es más dominante (prevalente) en los sectores de nivel socioeconómico más alto; pero los trastornos de consumo son más prevalentes en las personas de menor nivel socioeconómico; y está especialmente arraigada en los barrios vulnerables. A pesar de la evidencia sobre la efectividad de los tratamientos, solo una fracción de los argentinos en situación de consumo problemático los recibe.

«La adicción es una enfermedad subsidiaria, es el emergente de un conflicto intrapersonal, familiar y social, que busca en la droga la solución equivocada», dice el médico psicoanalista, José Abadi (Getty)

Queda claro que el consumo problemático de drogas psicoactivas representa un grave problema para la salud de las personas, pero también para el ámbito familiar y, en definitiva, para el social. Las drogas, sea cocaína, marihuana, sustancias de diseño o, incluso alcohol, pueden provocar dependencia física y psicológica, lo que implica un fuerte deseo de consumir la sustancia y dificultades para dejarla.

Problemas severos respiratorios, cardiovasculares, hepáticos, renales y neurológicos, son algunas de las consecuencias que provoca en el organismo el consumo problemático de drogas. Además, los expertos advierten que el consumo puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como el VIH-Sida o hepatitis, por el uso compartido de jeringas y/o por las conductas sexuales de riesgo que se encuentran asociadas.

Es minoritaria, la fracción de personas que padecen dependencia a sustancias psicoactivas y que reciben tratamiento, tanto en Argentina como en el resto del mundo.

El artículo, escrito en el marco de la evaluación de impacto del Hogar de Cristo, fue publicado bajo el nombre “Consumo problemático de sustancias psicoactivas en Argentina en perspectiva global. Tendencias y formas de tratamiento” en la Revista de Ciencias Sociales y Humanas del Instituto de Investigaciones Socio-Económicas, indexada en el Núcleo Básico del Conicet.

Y los autores del trabajo fueron la directora del Departamento de Investigación y del Centro de Desarrollo Humano Sostenible de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA), Ann Mitchell, junto a Ignacio Debortoli.

En primer lugar y a partir del análisis de las estadísticas de fuentes nacionales (Sedronar) e internacionales como la ONUDD (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), el estudio mostró que Argentina tiene una alta prevalencia de consumo de drogas psicoactivas en comparación con los otros países de América Latina, lo que posiciona al país en segundo lugar luego de Uruguay (primero en el podio regional).

Los investigadores explicaron que “la falta de participación en tratamientos se debe no solo a la escasez de oferta sino también a que las personas no perciben la necesidad de solicitar ayuda”.

Los países con mayor prevalencia anual (casos) de consumo de marihuana —la droga más consumida en la región— son Uruguay (14,6%), Chile (13,33%) y Argentina (8,13%), mientras que el promedio de la región es de apenas 3,8%.

En cuanto a la cocaína, Uruguay (2,1%) es seguido por Argentina (1,67%), Chile (1,42%) y Brasil (1,0%), con una media regional de 0,37%.

En el caso del consumo de alcohol, cannabis y cocaína, se ubica en una situación más cercana a las regiones del mundo con mayor prevalencia de consumo, que son América del Norte y Oceanía, que a las regiones de prevalencia baja.

Además, el trabajo sacó a la luz el marcado aumento de la prevalencia de consumo de drogas ilícitas en los últimos 20 años en Argentina:

Las drogas “afectan el estado de conciencia y causan fenómenos de atrofia cerebral”, indicó el doctor De Rosa (Getty).

—En 1999, uno de cada diez argentinos había consumido alguna sustancia al menos una vez en su vida y un 2,9% en el último mes.

—Para el 2017 se pudo observar casi una duplicación de ambas tasas, que llegaron al 18,3% quienes lo hicieron al menos una vez en su vida, y al 5,7% durante el último mes.

Asimismo, indicó el informe, —según datos del estudio internacional Global Burden of Disease 2019— el 3,08% de la población nacional presenta trastornos de consumo de sustancias psicoactivas (alcohol y/o drogas) lo que supera la tasa de prevalencia global de 2,17% ( es decir, el número de personas que consumen). Sin embargo, esta tasa es más baja que en otros países de América Latina, como Brasil (4,33%) y Chile (4,17%), y también menor que en Norteamérica (5,72%).

En Argentina, al igual que en las otras regiones del mundo, la prevalencia de consumo y de dependencia de drogas ilícitas es más alta entre hombres que entre las mujeres. De todas maneras, la investigación mostró que, entre el 2010 y 2017, los varones duplicaron su consumo (5,6% a 11,5%) y las mujeres lo triplicaron (de 1,8% a 5,4%).

Los expertos suelen advertir que el consumo puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como el VIH o la hepatitis por el uso compartido de jeringas o por las conductas sexuales de riesgo que se encuentran asociadas (Getty Images).

Mirada de expertos

El psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista Enrique De Rosa Alabaster precisó que, “tanto las pastillas de diseño como la cocaína tienen el potencial de matar, eso debe ser alertado a una población joven y maleable, que interesa al mundo del consumo. Ambas drogas afectan el estado de conciencia y causan fenómenos de atrofia cerebral”, indicó.

Según los expertos, existe una cierta predisposición biológica y psicológica para la dependencia, pero también influye de manera determinante el contexto social del individuo.

Precisa a Infobae el doctor Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, profesor titular de Toxicología de la UBA y director de Fundartox, cuando se estudia a un adicto hay que abordarlo desde una mirada triangular. Para que exista adicción tiene que haber sustancia (en este caso psicoactiva), además de estudiar a la persona y su contexto. Hay que enseñarles a los jóvenes a cuidarse. Los toxicólogos preferimos hablar de sustancias psicoactivas y no de drogas, porque hay prejuicio con esta palabra”.

Explicó el doctor Damin: “No hay que ser espectadores de cómo los hijos se intoxican y emborrachan en el living de casa pensando que es mejor. Muchas veces después de la previa en casa, ellos siguen tomando afuera, en el boliche; en la búsqueda de un coma alcohólico o etílico”.

En cuanto al consumo de alcohol, De Rosa Alabaster advirtió“sobre la afectación en la vida sexual y reproductiva que puede tener este consumo. Uno de los más comunes es la disfunción eréctil. Beber alcohol, por encima del límite, dificulta la capacidad de tener o mantener una erección”.

“El alcohol interfiere a nivel central del sistema nervioso, vía el sistema nervioso autónomo; que interviene en el llenado de sangre de los cuerpos cavernosos, lo que dificulta la erección”. Además, “preocupa en el mundo que se registran, cada vez, menores niveles de testosterona. En esto el alcohol tiene un rol fundamental y está demostrado por la literatura y la práctica desde hace décadas”.

“Mientras que en los hombres el alcohol incide en la menor producción de esperma (y de menor calidad) por ende, en la fertilidad, en la mujer el alcohol genera alteraciones en el ciclo ovulatorio y en general desequilibrios hormonales. En este contexto, se han referido la relación con síndromes metabólicos y diversas formas de diabetes. Las alteraciones en cuanto a la grasa corporal y aumento de peso son frecuentes”, remarcó el psiquiatra De Rosa Alabaster.

Los problemas respiratorios, cardiovasculares, hepáticos, renales y neurológicos, son algunas de las consecuencias del consumo problemático de drogas psicoactivas.

El trabajo realizado por la UCA se refirió también a la relación entre los niveles socioeconómicos respecto del uso de estas sustancias. Si bien la prevalencia de consumo de drogas suele ser mayor en los sectores de la sociedad de nivel socioeconómico más alto —dijo—, la transición del consumo a la dependencia es superior en las personas de menor nivel socioeconómico. Además, destacó que el consumo y la dependencia de drogas está especialmente arraigada en los barrios informales del país.

Por último, los investigadores remarcaron que una pequeña fracción de las personas que padecen dependencia a sustancias psicoactivas recibe tratamiento tanto en Argentina como en el resto del mundo.

Según la Sedronar, el porcentaje de personas que buscaron tratamiento por consumo de riesgo de alcohol en nuestro país es del 3,3% y sube a 13,5% y 29,5%, para personas con dependencia de la marihuana y la cocaína respectivamente. Sumado a esto, 4 de cada 10 personas que buscaron ayuda acabaron sin acceso a ningún tipo de tratamiento.

Se registró un aumento de un 18% en la cantidad de llamados a la línea 141, que es el servicio telefónico gratuito y nacional que brinda información y asistencia las 24 horas los 365 días del año. Se llegó a un promedio de atención de 521 llamados por día. (Getty)

Drogas de target joven y ayuda

El peligroso listado de algunas de las drogas que integran las llamadas sustancias Creamfiels o de diseño crece cada vez más: incluyen ketamina, efedrina, éxtasis, marihuana, cocaína y LSD. Para el médico Kalina no hay vueltas, “el narco-comercio cada vez más quiere seducir a los jóvenes buscando activar la fantasía omnipotente de los jóvenes, en una apelación nefasta: ‘Probá , no te va a pasar nada, ¿tenés miedo? No vas a quedar enganchado, vas a salir”.

Los investigadores del estudio de la UCA explicaron que “la falta de participación en tratamientos (contra las drogas psicoactivas) se debe no solo a la escasez de oferta sino también a que las personas no perciben la necesidad de solicitar ayuda”. Y que “esta temática necesita ser abordada no solamente por especialistas, sino también por personas que trabajan en múltiples disciplinas y por la sociedad en su conjunto”.

Por otra parte, de acuerdo con un informe de SEDRONAR al que accedió Infobae el año pasado, con datos comparativos entre 2019, 2020 y la mitad de 2021, se registró un aumento de un 18% en la cantidad de llamados a la línea 141, que es el servicio telefónico gratuito y nacional que brinda información y asistencia las 24 horas los 365 días del año. Se llegó a un promedio de atención de 521 llamados por día.

Las drogas que integran las llamadas sustancias Creamfiels o de diseño crecen cada vez más: incluyen ketamina, efedrina, éxtasis, marihuana, cocaína y LSD. (Foto: Twitter/@SSeguridad_Mich)

Si bien la mayoría de las consultas son de familiares pidiendo ayuda o información, por primera vez desde que funciona la línea se registró un aumento de un 4% de las consultas directas de personas que se encuentran en situación de consumo.

Al respecto, el médico psicoanalista y dramaturgo, José Abadi agregó, “lo que hay que decir es que del camino de prueba, hábito y adicción no es tan fácil salir. Esto lleva a una terrible paradoja: el miedo de muchos jóvenes a quedar excluidos del grupo por no consumir, y ante esto se animan a intentarlo”, refiere el médico Abadi.

Es imprescindible la prevención y para esto el puente familia-escuela-sociedad es fundamental. “Los valores positivos son el mejor límite para enfrentar la problemática de la droga. Hay que informar sobre la gravedad del consumo sin minimizar sus efectos”, dice Abadi.

Y cierra: “La adicción es una enfermedad subsidiaria, es el emergente de un conflicto intrapersonal, familiar y social, que busca en la droga la solución equivocada. Después cuando se instala como hábito, la consecuencia se transforma en causa de futuras enfermedades serias”.

Fuente: Infobae.

Nicotina, antidepresivos y otros contaminantes en aguas de la Antártida

Por SINC

Investigadores españoles han detectado restos de fármacos, sustancias estimulantes y otros compuestos derivados de la actividad humana en aguas interiores y litorales antárticas. Los científicos urgen medidas más efectivas para reducir su impacto en el medio ambiente.

Un estudio en el que han participado la Universidad Autónoma de Madrid junto con el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), el Instituto del Agua de la Universidad de Granada y el Instituto Geológico y Minero de España (CN-IGME CSIC), pone de manifiesto que la presencia de contaminantes derivados de la actividad humana, en aguas interiores y litorales de la Antártida, pueden suponer un riesgo toxicológico para el medio ambiente.

Base Juan Carlos I, uno de los lugares estudiados en el artículo. En el trabajo se ha evaluado la influencia humana en la contaminación química de las aguas de la región septentrional de la Península Antártica. / Luis Moreno

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, publicados en la revista Journal of Hazardous Materialslos investigadores recomiendan avanzar en la toma de medidas más efectivas para evitar su dispersión en la Antártida.

En el trabajo se ha evaluado la influencia humana en la contaminación química de las aguas de la región septentrional de la Península Antártica. Para ello, se han cuantificado una serie de contaminantes orgánicos antropogénicos de preocupación emergente, tanto en aguas dulces como en aguas marinas costeras, y adicionalmente se ha determinado el riesgo asociado a los mismos.

Las muestras analizadas provienen de muy diversas fuentes: arroyos, lagunas, manantiales e incluso agua marina costera. Se han muestreado zonas afectadas por actividades antrópicas (bases, campamentos y turismo) y también áreas sin aparente presencia humana o animal.

Diversos fármacos y sustancias estimulantes

Los análisis de microcontaminantes orgánicos antropogénicos incluyeron siete productos farmacéuticos (los analgésicos acetaminofén, diclofenaco e ibuprofeno, el regulador de colesterol y triglicéridos en sangre bezafibrato, el diurético hidroclorotiazida, el antibiótico claritromicina, y los antidepresivos citalopram y venlafaxina), los estimulantes nicotina y cafeína, el filtro UV benzofenona 1 y el producto industrial anticorrosivo tolitriazol.

Miren López de Alda, investigadora científica del IDAEA y responsable del análisis de estos contaminantes, remarca que “la nicotina y el citalopram no se habían estudiado antes en la Antártida, mientras que el resto de sustancias se incluyeron en el estudio porque el mismo u otros grupos de investigación ya los había detectado antes y según los resultados previos obtenidos presentaban un riesgo toxicológico moderado o alto para los organismos acuáticos”.

Además de investigar contaminantes orgánicos antropogénicos, el estudio caracteriza fisicoquímicamente las aguas investigadas, determinando sus componentes y el contenido de contaminantes inorgánicos. Luis Moreno Merino, científico titular del IGME, apunta que “Los indicadores de actividad biológica como amonio, nitrato, nitrito y fosfato no muestran una correlación significativa entre ellos ni con el grado de actividad humana o biológica”.

“Sin embargo, sí que se observó una relación entre las concentraciones totales de contaminantes orgánicos y las individuales de claritromicina, nicotina y venlafaxina con el grado de impacto humano, lo cual confirma que las actividades humanas que se llevan a cabo en la Antártida son responsables de la dispersión de este tipo de contaminantes en sus aguas”, añade.  

El trabajo clasifica los contaminantes orgánicos identificados en base a su presencia en las muestras investigadas y un índice de peligrosidad, que integra su potencial de bioacumulación, persistencia y toxicidad acuática.

A este respecto, Cristina Postigo, investigadora Ramón y Cajal en la Universidad de Granada y primera firmante del artículo, resalta que “Tras la evaluación de riesgo realizada, las sustancias que suscitan una mayor preocupación en esta región son el citalopram, la claritromicina, la nicotina, la venlafaxina y la hidroclorotiazida, las cuales convendría seguir monitorizando en las aguas y la biota antárticas en el futuro”.

Según indica Jerónimo López, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los coautores del artículo, “Esta investigación evidencia que las actividades humanas aportan contaminantes que, por su naturaleza, su persistencia y su capacidad de dispersión, suponen una amenaza potencial para el medio ambiente antártico”.

Además, en palabras del experto, “las áreas libres de hielo, de donde proceden la mayoría de las muestras estudiadas, presentan una particular situación hidrogeológica y son especialmente relevantes por tratarse de ecosistemas frágiles y que contienen gran riqueza y diversidad biológica”.

El agua dulce en estado líquido está presente en verano en ciertas zonas de la Antártida / Jerónimo López

Contaminación química dispersa

El trabajo muestra que la contaminación química de origen antrópico se dispersa, alcanzando zonas en las que no se desarrolla actividad científica y aún menos turismo. Se observa pues que la contaminación por compuestos orgánicos antrópicos de preocupación emergente no queda limitada a las zonas próximas a las actividades antrópicas que las emiten, pudiendo estar influida por diferentes procesos ambientales.

Las aguas costeras mostraron una menor contaminación por compuestos orgánicos antrópicos y un patrón más homogéneo en cuanto a compuestos presentes y concentraciones que las aguas dulces continentales investigadas.

Jerónimo López concluye que “Los resultados obtenidos recomiendan continuar con la vigilancia y los estudios sobre contaminación ambiental en la Antártida, muy especialmente en una región como la estudiada, que reúne la mayor concentración de bases, de buques, y de visitantes, tanto turistas como científicos y personal de apoyo logístico.

Por otra parte, los resultados de este trabajo indican que resulta recomendable que el Sistema del Tratado Antártico, en especial el Comité para la Protección del Medio Ambiente Antártico, refuerce las medidas conducentes a reducir el impacto de la presencia humana en la Antártida.

Referencia: Postigo, C., “Human footprint on the water quality from the northern Antarctic Peninsula region”Journal of Hazardous Materials (2023)

 
Fuente: Univerdad Autónoma de Madrid y SINC.

La tormenta perfecta: ¿cómo crecen las apuestas deportivas online y afectan a los jóvenes?

POR AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

En este artículo, los especialistas Federico Pavlovsky y Gustavo Irazoqui*, reflexionan sobre un nuevo comportamiento compulsivo social, silencioso y a dos clics de distancia.

“Doctor, lo llamo porque mi hijo de 15 años, un buen alumno en el colegio, una persona que jamás nos trajo problemas, nos ha endeudado de una manera que nunca creí posible. Acabamos de descubrir que apuesta con el celular hace meses y que incluso ha pedido créditos para pagar algunas deudas. Nosotros no podemos creer que esto esté pasando y él está avergonzado y destruido”

Aquí y ahora estamos intentando delimitar con poco éxito la frontera entre uso razonable y problemático de la tecnología. La inteligencia artificial nos deslumbra con sus aristas sorprendentes y temerarias, sufrimos un aumento exponencial de estafas virtuales y los menores están más expuestos que nunca al acoso a través de las redes. A esta lista de preocupaciones relacionadas con el mundo digital, se suma un nuevo hecho social con repercusiones económicas, psicológicas y sociales: el mundo de las apuestas online.

Jóvenes que apuestan online desde sus celulares, a dos clics de distancia. Créditos: Punto a Punto.

Aunque hay escasas estadísticas oficiales al respecto, se estima que entre el 1 y el 3 por ciento de la población mundial es adicta al juego. Gracias a estudios realizados en Estados Unidos, Canadá y Australia, también se puede advertir que el pico epidemiológico son los jóvenes entre 18 y 30 años.   

En los primeros esfuerzos de los profesionales de la salud mental de catalogar problemas de salud mental que implicaban el juego y la tecnología, la Organización Mundial de la Salud en 2015 inauguró el concepto trastornos por videojuegos. De manera recienteel Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales incluyó el término trastorno por juego de azar. Según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticosel 30 por ciento de la población mantiene algún tipo de vinculación con el juego, y dentro de ese porcentaje el 95 por ciento corresponde a personas que lo hacen recreativamente, el 3.5 por ciento son jugadores problemáticos y el 1.5 por ciento corresponde a compulsivos.

Pero aquel jugador descrito por Fiódor Dostoievski, que pasaba noches enteras pegado a la ruleta, gobernado por pensamientos mágicos, rituales y un final siempre idéntico, la pérdida de todo, ya no es el tipo de jugador más frecuente (aunque no ha dejado de existir). El desarrollo frenético de la tecnología, la interconexión global, la rapidez de internet, los teléfonos inteligentes como dispositivos multi propósito, la experiencia masiva de los usuarios con las redes sociales, las campañas publicitarias implacables y la escasa regulación (que siempre corre muy por detrás de los desarrollos de tecnología), han propiciado las condiciones para un nuevo comportamiento compulsivo social, silencioso, íntimo y a dos clics: las apuestas online.

El monstruo en las sombras

En la ludopatía que todos conocíamos, la persona se ausentaba largas horas, existía todo un folklore y coreografía asociada al “jugador”.  Los caballos, el bingo, el casino, las máquinas tragamonedas se vinculaban con comportamientos tribales. En el caso paradigmático de la ruleta, una persona se ausentaba horas (o días), se iba a jugar a la costa o incluso a otro país (existe un turismo muy específico y de élite para eso). En las apuestas online, en cambio, el usuario participa con su celular, que está asociado a su cuenta bancaria (o muy frecuentemente a las de sus padres) o a las plataformas de pago virtual.

El hecho de no manejar dinero en términos materiales, favorece cierta desconexión con el aspecto económico del comportamiento.  En una reunión de trabajo, en la previa del cine, en una noche con insomnio, en la fila del supermercado; a todo momento se puede apostar algo. No solo se apuesta por el resultado del encuentro, sino también la cantidad estimada de tiros libres hasta expulsiones o minutos de los goles.

El viejo Prode (con su Local, Empate y Visitante) queda casi ridiculizado frente a este vértigo de posibilidades. Las empresas de apuestas, además, en su plan de promoción “regalan” crédito para los primeros movimientos. Las casas de apuestas deportivas comienzan a aparecer cada vez más como sponsor de clubes, y hasta algunos torneos llevan sus nombres, intentando penetrar cada vez más como un eslabón natural del juego. Al mismo tiempo comienza a haber sospechas de arreglo de juegos, sobre todo en las categorías más bajas; no sería extraño que se desate algún escándalo en poco tiempo con algún partido. Es matemático: en ocasiones perder puede ser un buen negocio. El tenis profesional ya mostró hasta dónde pueden llegar las apuestas como condicionantes de resultados deportivos, como ejemplifican los casos de causas legales iniciadas a tenistas profesionales.

Los adolescentes como usuarios principales

La promoción de estas apuestas, en muchos casos a través de referentes del periodismo deportivo, se focaliza en adolescentes y adultos jóvenes. Publicitan en redes sociales, Youtube, Tik Tok e Instagram y utilizan los acontecimientos deportivos de interés nacional. Muchos conocimos el nombre de estas empresas en el mundial que ganó Argentina hace pocos meses.

Las apuestas online tienen características para facilitar la compulsión: se utiliza el teléfono que ya tenemos (en Argentina hay más celulares que personas), no se necesita mucho dinero para apostar e incluso las empresas dan crédito para empezar a jugar, lo cual lo hace accesible para jóvenes. Como en todo juego de azar, hay éxitos puntuales y aleatorios (que en psicología conductual reciben el nombre de reforzador de la conducta) que, por su carácter imprevisible, promueven notablemente en el jugador la idea distorsionada de que uno tiene cierto don especial para realizar pronósticos y esto, naturalmente, invita a seguir jugando.

Asimismo,se puede aportar en todo momento a cualquier deporte en cualquier parte del mundo, lo cual brinda una amplitud horaria sin límites. Se puede apostar a la tentadora combinación, en donde si acierto resultados combinados y consecutivos mis posibilidades de ganancias se multiplican de forma exponencial.

Entre aquellos que se desarrolla una conducta adictiva, existen una serie de alteraciones neuropsicológicas propias de otros tipos de adicciones: sensibilización de incentivo, errores de predicción e incluso craving (el deseo imperioso de una conducta, en este caso jugar) y se pueden incluso tipificar fases clásicas de instalación del problema: fase de ganancia, fase de perdida, fase de desesperación y fase de agotamiento. Es frecuente también que el comportamiento se asocie en forma simultánea a otros problemas, de los cuales el abuso de sustancias es el mas frecuente. En muchos casos el jugador empieza a perder y donde muchos se detienen, otros comienzan un espiral de pequeñas deudas que se intenta remontar a través de nuevas apuestas e incluso créditos usurarios (otro negocio que ha destruido la vida de mucha gente). Cuando uno viene perdiendo, el sentimiento es de mucha vergüenza y en ocasiones este sentimiento fomenta el circulo vicioso para seguir apostando.

Falta de conciencia social

Una característica esencial de este fenómeno es la falta de conciencia social e individual de la problemática. La gran mayoría de personas no sabe que este tipo de juegos puede desembocar en una potencial conducta adictiva, y si pocos pacientes con consumo problemático comienzan un tratamiento, en este rubro ese número es aún menor.

En este sentido vale la pena mencionar el trabajo de Jugadores Anónimos por su rol a la hora de visibilizar el problema y por ofrecer ayuda anónima y gratuita. Tenemos cierta sensibilidad social a los problemas con drogas y las adicciones químicas, pero tendemos a relativizar ciertas adicciones como las apuestas online o la pornografía, conductas íntimas que pueden causar un deterioro profundo de la vida de una persona.

Son adicciones en algún sentido más disimulables y para las cuales aún no tenemos tratamientos tan definidos o con gran evidencia. Así como los cigarrillos, las bebidas alcohólicas y recientemente los alimentos, llevan advertencias sobre uso y consumo; las páginas y aplicaciones muchas veces no advierten sobre este riesgo.

La maquinaria del azar ha lanzado sus cartas y aún estamos asimilando la dimensión del problema. Pero una cosa ya sabemos: la banca siempre gana.

*Federico Pavlovsky es psiquiatra y Gustavo Irazoqui es psicólogo.

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ