Calentamiento global: especialistas proponen una “media sombra” para enfriar el planeta

POR Luciana Mazzini Puga para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Científicos y científicas de todo el mundo plantean la implementación de una tecnología que permitirá ganar tiempo. Beneficios y riesgos.

Según los últimos informes de la ONU, la temperatura global no debe superar los 1,5ºC para evitar así el empeoramiento de la crisis climática y sus consecuencias ambientales catastróficas. Sin embargo, las políticas actuales apuntan a que, a final de siglo, el aumento de la temperatura será de 2,8ºC. En este contexto, científicos y científicas del mundo estudian instalar una especie de “media sombra” alrededor del planeta para que la radiación solar que llegue sea menor y, así, enfriar la Tierra. En Argentina, esto es investigado por la doctora en Ciencias de la Atmósfera Inés Camilloni (UBA), que afirma a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “En 10 o 15 años este proyecto estará listo para ser enviado a la estratósfera, pero eso hablaría muy mal de nosotros como humanidad. Quiere decir que no hicimos nada para frenar el calentamiento global”.

Para mantener la temperatura global por debajo de 1,5º C, la producción de combustibles fósiles debe disminuir aproximadamente un 6% anual entre 2020 y 2030, según la ONU. Créditos: BBC

La “media sombra” consiste en inyectar en la estratósfera (mediante aviones que alcancen los 20 km de altura) millones de partículas que disminuirían la energía solar que ingresa al planeta en un 1 o 2 por ciento. La idea es replicar el efecto de erupción volcánica: “Cuando se produce la erupción, se liberan cenizas que llegan a esta capa de la atmósfera y tapan la luz solar. Por eso es que parece que está nublado o más oscuro. Llega menos radiación”, explica Camilloni.

La investigadora de Conicet cuenta que aún no está definido cuál será la sustancia que compondrán las partículas de la “media sombra”. Los volcanes liberan azufre “pero no podemos utilizarlo porque daña la capa de ozono, entonces seguimos estudiando cuál es el mejor material”.

Para que pueda definirse la sustancia, será necesario que se realice un experimento de campo. Esto es lanzar una sustancia a la estratósfera para evaluar, por ejemplo, las transformaciones químicas que suceden o cómo se dispersan las partículas. Camilloni detalla que hasta ahora se ha estudiado el azufre justamente porque se sabe cómo funcionan las erupciones volcánicas, pero se definirá el elemento a enviar una vez que se realicen los experimentos.

Una de cal y una de arena

La media sombra lograría bajar la temperatura del planeta y, en consecuencia, las olas de calor y las lluvias intensas podrían ser menos frecuentes. No obstante, los riesgos existen puesto que se alteraría el promedio de los ciclos del agua, al hacer que llueva más en unos lugares y menos en otros.

“En los lugares que son secos o semiáridos llovería todavía menos y los riesgos en los ecosistemas, los alimentos y la salud humana podrían ser muy grandes. Otro gran problema es si hubiese una erupción volcánica a la vez que está instalada esta media sombra: se generaría un sobre-enfriamiento y afectaría el equilibrio de los ecosistemas y la producción de alimentos”.

Inés Camilloni explica la “media sombra” en una charla TEDx. Créditos: TEDx.

Además, un obstáculo que se presenta en esta posible instalación de la media sombra es que debe ser sostenida en el tiempo y en todos los lugares del planeta. Camilloni lo manifiesta de esta manera: “No se puede dejar de enviar esta partículas de un día para el otro porque generaría un aumento de la temperatura muy rápido. Asimismo, si no hubiera un sistema de gobernanza en todo el mundo y esto lo implementara un país en una zona puntual del planeta, habría problemas porque sería una parte del mundo que estaría ‘tuneando’ la temperatura global, decidiendo cuánto se enfría a la Tierra y con afectación a todos”.

En definitiva, todos los gobiernos deberán estar de acuerdo no solo en cuanto a colocar la media sombra, sino también en cómo se hará frente a los efectos perjudiciales, si los llegara a haber. Será una discusión mundial que deberá darse en caso de que se busque implementar esta tecnología.

El impacto en Sudamérica

La especialista indaga sobre cuáles serían los posibles impactos de la aplicación de estrategias de la geoingeniería solar en Sudamérica. En este sentido, subraya que si bien podría bajar la temperatura del planeta, se produciría un sobre-enfriamiento en algunos lugares.

También, se alterarían las lluvias. Por ejemplo, en la zona más alta de la Cuenca del Plata (la cual atraviesa los territorios de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay y donde se origina gran parte del caudal de algunos ríos, como el Paraná y el Uruguay) tendería a llover un poco menos. Mientras que, en su zona más baja, tendería a llover un poco más.

“En promedio, los caudales de poca agua aumentarían. Esto no sería un efecto negativo ya que no habría déficit, pero también se incrementarían aquellos que manejan grandes porciones de agua y crecerían los riesgos de inundaciones”, agrega Camilloni. En una misma región, puede haber tanto efectos negativos como positivos, por lo que faltan investigaciones para tomar una decisión, en caso de que se decida llevar adelante este proyecto.

De todas maneras, sentencia: “No es una solución al cambio climático. Estamos actuando sobre un síntoma y no sobre la causa raíz del problema que tiene que ver con la generación del petróleo, del carbono y del gas. Ni siquiera es una alternativa, es una estrategia más para actuar sobre la crisis climática porque no estamos haciendo lo suficiente”.

 

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ 

 

2023 en TEC: ¡Vamos al futuro!

Compartimos un avance de las novedades y producciones previstas para este año que invitarán a conocer un poco más del mundo científico y tecnológico y a entenderlo como herramienta fundamental de transformación para el desarrollo de una sociedad más justa y soberana.

Comenzó el 2023 y desde TEC te adelantamos la programación y los nuevos contenidos -actualmente en producción- que estrenaremos durante este año. Bajo la consigna «Vamos al futuro”, proponemos nuevas producciones que reflejen lo que está por venir en el universo de las ciencias, las tecnologías y la innovación, que sirvan como inspiración para la exploración de conocimientos y como puerta de entrada a un espacio de dudas y descubrimientos para todo público. 


En la serie documental “Rumbo al orígen”, la cocinera y asesora gastronómica Patricia Courtois sorprenderá invitando a pensar la relación entre la biodiversidad y la gastronomía. Con la dirección del reconocido cineasta Sebastián Carreras, cada episodio reflejará aspectos desconocidos sobre los sistemas de producción de alimentos y cómo estos afectan a la biodiversidad. Asimismo, una reconocida influencer se adentrará en el mundo de la transición energética y las energías renovables para convertirse en una auténtica “Stalker de energías”

Por otro lado, en coproducción con la Universidad Nacional de Tres de Febrero, estrenaremos una serie en la que el doctor en ciencias biológicas e investigador adjunto del CONICET, Alejandro Villareal, propondrá indagar y aprender sobre neurociencias, partiendo desde las neuronas, profundizando la relación entre los conceptos de memoria y aprendizaje, y explorando los posibles tratamientos para patologías neurodegenerativas. 

Para comenzar a descubrir la industria del cannabis en Argentina, se presentará un documental que hará foco en la investigación científica sobre sus usos medicinales, el marco legal y las prácticas productivas en La Rioja y General La Madrid, entre otras jurisdicciones. La producción contará con la colaboración del Ministerio de Salud de la Nación, la Dirección de Comunicación y Prensa de la cartera científica; y el aporte de expertos en la temática entre los que se encuentra el periodista especializado Fernando Soriano.

Imagen del rodaje del documental sobre la industria del cannabis en Argentina.

Además, con producción propia llegará a la pantalla “Sinfonía en el Cielo”, una docuficción sobre el complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO) ubicado en la provincia de San Juan. A su vez, para continuar profundizando los conocimientos sobre la temática espacial, se presentará “De Argentina al espacio: un recorrido por la historia nacional”. Esta serie hará foco en la construcción e integración de satélites, la planificación de misiones espaciales, la fabricación de nanosatélites y los desafíos de la Argentina en esta área del conocimiento.

Complejo Astronómico El Leoncito. | Foto: Andrea Anfossi.

Adicionalmente, en coproducción con Canal Encuentro, estrenaremos un documental sobre inteligencia artificial que contará con la participación de la ingeniera de aprendizaje automático y docente de la UBA, Maia Numerosky; el investigador del CONICET en el Instituto de Ciencias de la Computación, Diego Fernandez Slezak; y el periodista especializado en tecnología, Esteban Magnani, entre otros referentes de la temática.

Maia Numerosky será una de las protagonistas de un documental sobre inteligencia artificial coproducido junto a Canal Encuentro.

En el marco de la iniciativa Pampa Azul realizaremos un especial sobre la campaña de investigación científica a las islas Georgias del Sur que contará con la colaboración del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). Este contenido será corproducido junto a CONICET Documental, al igual que la serie “Científica” que reflejará experiencias laborales y personales de investigadoras e investigadores que desempeñan sus tareas en diversos lugares de nuestro país.

Imagen del rodaje de «Científica» en Esquel, Chubut, una serie coproducida junto a CONICET Documental. Foto: CONICET Documental.

Por otra parte, durante estos primeros meses comenzarán las producciones de las cuatro series de ficción sobre temáticas científicas y tecnológicas -ganadoras del concurso organizado junto al INCAA– que prometen increíbles elencos e historias sorprendentes.

Respecto a los streamings, continuarán las emisiones de Abro Hilo -con la conducción de Sol Despeinada y Juan Manuel Cafferata– afianzando la coproducción con Televisión Pública (TVP) para los canales de YouTube y Twitch de ambas emisoras; así como las transmisiones del equipo de Ciencia del Fin del Mundo por nuestros canales de Twitch y YouTube.

Continúan los streams de Abro Hilo en coproducción con TVP.

A su vez, en nuestro portal encontrarás notas, artículos y podcasts de producción propia y de nuestros aliados entre los que se encuentran el CONICET; el Centro Cultural de la Ciencia (C3); la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes; la Agencia SINC (de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología); y la Red Argentina de Periodismo Científico, entre otras instituciones y organismos. 

Te recordamos que podés seguirnos en nuestras redes socialesInstagram, Facebook, Twitter, TikTok– en los canales de YouTube y Twitch; y en nuestra pantalla, mediante el streaming en vivo o en la señal 22.5 de la Televisión Digital Abierta.

También podrás ver una selección de nuestros programas en la secciones especiales de la plataformas gratuitas Contar y Pulsar, el campus de contenidos audiovisuales de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i).   

10/01/2023

 

¿Nos desconectamos en vacaciones?

Con el período vacacional un gran número de personas sale en busca de tranquilidad. Muchas se proponen darle un respiro al celular y otros accesorios digitales, pero ¿nos podemos aislar de las redes sociales? Una serie de investigaciones nos sacan la duda.

Con la época estival también llegan los planes para vacacionar. Dormir más, viajar, leer, planificar y tal vez usar menos las redes sociales. Según una encuesta realizada en Reino Unido en años pasados (The UK Gadget Habit Report), en vacaciones los británicos utilizaron un 38% más sus dispositivos tecnológicos respecto a su rutina diaria. Tan solo uno de cada diez dijo haber conseguido desconectar por completo de estas tecnologías en sus días de descanso.

Fiestas y vacaciones: en búsqueda de la desconexión digital. Foto: Getty Images

Para satisfacer este deseo, cada vez hay más opciones turísticas que ofrecen una desconexión digital total mientras están de vacaciones. Pero, ¿realmente es efectivo? Al ser un área de investigación muy reciente, con pocos estudios al respecto, no es posible establecer conclusiones sólidas sobre los efectos de esta desconexión tecnológica. Sin embargo, podemos analizar alguna de las investigaciones realizadas hasta el momento en Europa y Oceanía. Un estudio llevado a cabo por investigadores de Reino Unido y Nueva Zelanda midió cómo se sentían 24 participantes de entre 20 y 50 años que habían viajado por diferentes países y que desconectaron de sus dispositivos tecnológicos durante, al menos, 24 horas.

Según los autores, las personas con un mayor uso previo de la tecnología experimentaron mayor ansiedad, frustración y confusión al dejar de usarla, pero se les pasó en el curso de un día. “A la mayoría de los turistas les lleva menos de 24 horas superar la primera etapa y empezar a disfrutar de la experiencia libre de tecnología. Entonces se sienten más comprometidos con los entornos que les rodean, conectan más con los lugareños y pasan más tiempo de valor con sus compañeros”, explica Wenjei Cai, investigador de la Escuela de Negocios de la Universidad de Greenwich (Reino Unido) y autor principal del estudio, que se publica en Journal of Travel Research.

Uso excesivo, más que adicción

Aunque la investigación cita varias veces el concepto de “abstinencia” para explicar los síntomas que experimentaron los participantes, lo cierto es que no estamos hablando de una adicción. Las autoridades de salud mental de referencia no han clasificado el uso excesivo de internet, del celular o de las redes sociales como tal. En una revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo que sí incluyeron fue el trastorno por uso de videojuegos dentro de los trastornos debido a comportamientos adictivos, que incluyen también los juegos de apuestas.

Las autoridades de salud mental hacen referencia al uso excesivo del celular y no lo tratan como una adicción. Foto: iStock

Este trastorno engloba tanto videojuegos utilizados a través de internet como sin conexión a la red. Tal y como se detalla en su definición, en este caso “el patrón de comportamiento es lo suficientemente grave como para dar lugar a un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes de funcionamiento”.

Con la mal llamada “adicción” al celular o a las redes sociales no estaríamos ante un cuadro similar y por eso los expertos recomiendan hablar de uso excesivo o abuso. “El concepto de adicción a internet es muy poco específico porque internet no es una conducta, es un medio a través del cual hacemos muchísimas cosas. Suponer de entrada que todo eso puede ser potencialmente adictivo es bastante dudoso”, puntualiza Eparquio Delgado, psicólogo del Centro Rayuela y divulgador científico.

“La gente que leía no ha dejado de hacerlo, ni tampoco ha dejado de salir con los niños al parque si antes lo hacía”, resalta el psicólogo. En su caso concreto, el pasado verano, coincidiendo con las vacaciones, decidió desconectar de las redes sociales durante cinco semanas. Lo hizo porque prefería dedicar ese tiempo a otras cosas, como estar con su hija o leer. Y al hacerlo no pasó nada, ni síndrome de abstinencia ni nada parecido. Simplemente se acordaba de ese hábito y cuando pensaba en compartir algo, no lo hacía porque había dejado de hacerlo.

Abuso de redes sociales

Numerosas investigaciones han analizado cómo afecta el abuso de las redes sociales a la salud mental, especialmente en los más jóvenes. Los principales problemas estarían ligados con casos de ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y problemas de autoestima. También con un mayor consumo de alcohol y con peores resultados académicos.

Eduardo J. Pedrero, asesor técnico en la Unidad Técnica de Formación e Investigación de Madrid Salud, destaca lo que se deja de hacer cuando se abusa de estas tecnologías. “Disminuye la actividad física, se restringen las relaciones cara a cara, hay una competición temporal con los estudios o la actividad laboral y las personas se refugian en un mundo virtual, renunciando a una realidad más compleja”, enumera. Además, según el experto, también se agravaría el problema que favoreció el abuso. Por ejemplo, si alguien con tendencia a la depresión usa en exceso el celular y sus aplicaciones “puede proteger su autoestima de las amenazas del mundo real en un primer momento, pero probablemente va a agravar los síntomas depresivos cuando se incremente el aislamiento”, sostiene.

Eso en cuanto a las personas que tienen un uso problemático de las tecnologías, pero, ¿qué hay de las que, teniéndolas, no las utilizan? Es lo que se preguntaron Pedrero y un equipo de investigadores, que querían averiguar si estas personas gozaban de una mejor salud mental que sus polos opuestos. Nada más lejos de la realidad. En una muestra de 6.820 personas de entre 15 y 65 años que vivían en Madrid, el 7,5% declaró que no usaba su smartphone con regularidad. En comparación con quienes sí lo usaban con frecuencia, estos usuarios tenían una edad media más alta, eran más hombres que mujeres, residían en distritos menos desarrollados, con un menor nivel de ingresos y un nivel educativo más bajo. En cuanto a su salud, mostraron peores indicadores de salud mental, una calidad de vida más baja, mayor sedentarismo, tendencia al sobrepeso y un mayor sentimiento de soledad.

“Puede ser tan problemático que se dediquen muchas horas a usar el móvil como que la persona se sitúe al margen de un comportamiento generalizado que facilite sus relaciones sociales o su adquisición de información, entre otras cuestiones”, aduce Pedrero. “Y así parece ser según los resultados de nuestro estudio”, añade. 

La rehumanización de los gurús

En Silicon Valley, el corazón de las grandes tecnológicas, algunos de los gurús que trabajaron para estas empresas han marcado distancia y hoy alertan de los peligros potenciales de los productos desarrollados. Es el caso de Tristan Harris, que trabajó como experto en ética para Google y que hoy lidera el Centro para una Tecnología Humana, una organización independiente sin ánimo de lucro formada por exejecutivos de las tecnológicas y diferentes expertos en humanidades, filosofía o educación.

Foto: Infobae

Su objetivo es impulsar un cambio integral hacia una tecnología más humana, cambiando la forma en la que los tecnólogos conciben su trabajo y en cómo diseñan los productos. Nir Eyal ha asesorado a la industria tecnológica y conoce bien los recursos que utilizan para que nos enganchemos a las redes. Eyal cuenta qué hace para gestionar su tiempo. “Decido el tiempo que voy a dedicarle a la tecnología y no permito que me distraiga de lo que quiero hacer porque tengo un espacio en mi horario donde planifico usarla”, afirma.

Aunque admite que antes se distraía mucho, al escribir el libro Indistractable (2019) su gestión del tiempo cambió. “En mi horario tengo espacios para usar Facebook, Instagram, WhatsApp, Slack…”, indica. Sobre la posibilidad de abandonar por completo las redes para que no nos quiten tiempo de otras cosas más importantes, Eyal no es partidario de hacerlo y lo compara con la inutilidad de las dietas détox, “que no funcionan”. Lo que propone es averiguar las cuestiones que subyacen a este comportamiento, es decir, ir a la causa, a por qué nos distraemos, sin que haga falta una desconexión total. Y eso se aplicaría en vacaciones y en el día a día habitual.

Fuente: Diario El País
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