Comenzó la misión de SWOT, el satélite que examinará el agua de casi todo el mundo

POR Nicolás Retamar para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Recogerá información de mares, ríos y lagos de gran parte de la Tierra. Servirá para prevenir desastres naturales y conocer el impacto del cambio climático.

De manera reciente, fue lanzado al espacio el satélite de Topografía de las Aguas Superficiales y Oceánicas (SWOT, por sus siglas en inglés). A bordo de un cohete Falcon 9, SWOT partió con éxito desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, Estados Unidos. Detrás de esta misión están la NASA y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES, por sus siglas en francés), con la participación de la Agencia Espacial Canadiense y la Agencia Espacial del Reino Unido. También participan investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Sistema de Observación y predicción Costero de las Islas Baleares de España. El satélite fue diseñado y construido para medir los niveles de agua superficial en lagos, el caudal de los ríos, y proporcionar una determinación muy precisa de la topografía oceánica. Además, tiene por objetivo medir cómo cambian las masas de agua a lo largo del tiempo y ayudar a las comunidades a monitorear y planificar los cambios en los recursos hídricos y los efectos del aumento del nivel del mar.

“SWOT será un paso adelante en términos de lo que podemos ver en los océanos; y ningún otro satélite ha proporcionado tanta información sobre lagos y ríos. Tendrá dos antenas, que son como dos ojos que pueden medir la profundidad y la distancia. Será algo realmente revolucionario”, sostuvo Daniel Esteban-Fernández, ingeniero de radar del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en diálogo con la agencia de gobierno estadounidense.

Imagen ilustrativa de SWOT, el primer satélite que estudiará las aguas del 90 por ciento de la superficie terrestre. Créditos: Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia.

Ya separado del cohete Falcon 9, los controladores terrestres adquirieron con éxito la señal del satélite. Antes de comenzar con su fase inicial, que consistirá en realizar un muestreo rápido para medir la altura del agua en lagos, ríos, embalses y océanos durante los primeros seis meses, SWOT se someterá a una serie de controles y calibraciones.

Estudiar para conocer

SWOT brindará información sobre cómo el cambio climático impacta en los océanos, cómo afecta a los lagos, ríos y embalses el calentamiento global, y cómo las comunidades pueden prepararse mejor para eventos como las inundaciones extremas.

Al respecto, el administrador de la NASA Bill Nelson advirtió: “Mares más cálidos, clima extremo, incendios forestales más severos: estas son solo algunas de las consecuencias que enfrenta la humanidad debido al cambio climático. Esta crisis requiere un enfoque de todas las manos a la obra, y SWOT es la realización de una asociación internacional de larga data que equipará mejor a las comunidades para que puedan enfrentar estos desafíos”.

SWOT cubrirá toda la superficie de la Tierra entre los 78 grados de latitud sur y los 78 grados de latitud norte al menos una vez cada 21 días, y enviará un millón de megabyte de datos sin procesar por día.

Una señal para dos antenas

El instrumento sobresaliente de SOWT es un interferómetro de radar de banda Ka (KaRIn), que significa un gran avance tecnológico. KaRIn hace rebotar pulsos de radar en la superficie del agua y recibe la señal de retorno usando dos antenas a cada lado de la nave espacial. Este esquema (una señal, dos antenas) permitirá a los ingenieros determinar con precisión la altura de la superficie del agua en dos franjas a la vez, cada una de ellas de 50 kilómetros de ancho.

“Este satélite encarna cómo estamos mejorando la vida en la Tierra a través de la ciencia y las innovaciones tecnológicas. Los datos que proporcionará la innovación son esenciales para comprender mejor cómo interactúan el aire, el agua y los ecosistemas de la Tierra, y cómo las personas pueden prosperar en nuestro planeta cambiante”, dijo Karen St. Germain, directora de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA.

 

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ 

 

China descubre una vasta reserva de agua en la Luna

El gigante asiático logró resolver uno de los mayores enigmas sobre lo que se estima son 270.000 millones de toneladas de agua en el satélite natural de la Tierra.

Hace menos de dos años, China logró un hito significativo al enviar una nave robótica, la sonda Chang’e 5, al Oceanus Procellarum, conocido como el océano de las tormentas en la Luna. Esta área, visible a simple vista desde la Tierra, se consideraba una de las regiones más jóvenes del satélite. La misión consistió en aterrizar cerca del monte Rümker, una imponente formación montañosa, y recolectar muestras del suelo lunar utilizando un brazo robótico. Estas muestras fueron empaquetadas y enviadas de regreso a la Tierra desde el módulo orbital en un solo día lunar, equivalente a aproximadamente 14 días terrestres.

El análisis de estas muestras, las primeras obtenidas en la Luna desde la misión soviética Lunik 24 en 1976, ha revelado una sorprendente revelación. China afirma haber resuelto uno de los mayores misterios sobre la Luna: el origen del agua que contiene. Aunque se creía que el agua se había evaporado durante el cataclismo que formó la Luna hace más de 4000 millones de años, misiones espaciales anteriores y telescopios terrestres habían confirmado la existencia de agua en forma de hielo en el satélite.

La Luna se formó cuando un planeta del tamaño de Marte se estrelló contra la Tierra hace más de 4000 millones de años.

En un estudio publicado recientemente en la revista Nature Geoscience, científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS) en colaboración con investigadores europeos, señalan que las muestras enviadas por la sonda Chang’e 5 desde el noroeste de la Luna contienen vidrios de impacto. Estos vidrios, formados a altas temperaturas debido a la colisión de meteoritos, contienen pequeñas cantidades de agua. Según los científicos, el agua en los cristales se encuentra en forma de hidroxilo y puede ser generada por el bombardeo de partículas cargadas provenientes del Sol, conocido como viento solar.

¿Cuánta agua hay?

Los investigadores han estimado que la cantidad total de agua atrapada en los cristales lunares podría ser de unos 270.000 millones de toneladas, una cantidad significativamente mayor que las estimaciones anteriores. Esta reserva de agua es especialmente relevante debido a su potencial para futuras misiones tripuladas. La posibilidad de extraer agua de la Luna podría proporcionar un suministro vital para colonizadores y servir como materia prima para combustible de cohetes, allanando el camino para la exploración espacial más allá de la Luna, incluso hasta Marte.

La sonda Chang’e y el momento en que se recogen las muestras, una vez que llegó devuelta a la Tierra. Crédito: TPG – Getty Images AsiaPac

Sin embargo, aunque este descubrimiento es emocionante, se destaca que la cantidad de agua presente en los cristales lunares es relativamente pequeña, lo que implicaría un procesamiento masivo del suelo lunar para obtener cantidades significativas. Aunque el estudio proporciona una comprensión más clara del ciclo del agua en la Luna y del posible origen del hielo en los polos, aún quedan desafíos técnicos y logísticos por superar antes de poder aprovechar plenamente este recurso valioso.

En resumen, el hallazgo de una reserva masiva de agua en la Luna por parte de China ha proporcionado información crucial sobre el origen y la presencia de agua en nuestro satélite. Este descubrimiento allana el camino para futuras exploraciones espaciales y puede abrir nuevas oportunidades para la colonización y el suministro de agua en el espacio. Sin embargo, todavía se requiere más investigación y desarrollo para aprovechar plenamente este recurso lunar.

Fuente: La Nación

 

El proyecto CARMENES descubre 59 exoplanetas y algunos podrían ser habitables

Por SINC.

Un estudio liderado por un consorcio de España y Alemania ha hecho públicas 20.000 observaciones de una muestra de 362 estrellas frías cercanas, tomadas desde el telescopio almeriense de Calar Alto entre 2016 y 2020. Los resultados han incrementado el censo de planetas conocidos en el vecindario solar.

El proyecto CARMENES acaba de publicar los datos correspondientes a unas 20.000 observaciones tomadas entre 2016 y 2020 de una muestra de 362 estrellas frías cercanas. En la investigación ha participado el Observatorio de Calar Alto (Almería), donde se han buscado exoplanetas similares a la Tierra (rocosos y templados). Estos astros pueden albergar agua en su superficie si están situados en la llamada zona habitable de su estrella. El equipo ha descubierto 59 de estos cuerpos celestes, incluida una decena potencialmente habitable. El estudio se ha publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.

 

CARMENES es el nombre del proyecto científico, pero también del instrumento con el que se realizan las observaciones y del consorcio que se encargó de diseñarlo y construirlo. Más de 200 científicos e ingenieros de 11 instituciones españolas y alemanas dan vida al proyecto, en el que los investigadores del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) tienen un papel destacado. 

Recreación de un planeta de tamaño similar a la Tierra en la zona habitable de una enana roja cercana. / Render Area/CARMENES/J. A. Caballero
 

Exoplanetas de tipo terrestre

Este instrumento es un espectrógrafo que opera en el óptico y el infrarrojo cercano, es decir, un aparato que mide tanto la luz visible como la infrarroja de los objetos hacia los que apunta. Se instaló en 2015 en el Observatorio de Calar Alto con el objetivo de encontrar exoplanetas de tipo terrestre en estrellas frías cercanas (las llamadas enanas rojas). La luz recogida de una estrella determinada (el espectro estelar) puede delatar la presencia de exoplanetas, ya que permite medir los pequeños movimientos de la estrella producidos por la atracción gravitatoria de los planetas que la orbitan. 

Los espectros de alta resolución que se obtienen con este instrumento sirven para determinar la velocidad de la estrella con una precisión de un metro por segundo, lo cual representa un reto tecnológico de primer nivel. Esto permite encontrar planetas pequeños alrededor de estrellas de baja masa, dicen los autores

Los planetas descubiertos con el mismo método que CARMENES, pero con otros instrumentos
“Desde que entró en funcionamiento, CARMENES ha reanalizado 17 planetas conocidos y ha descubierto y confirmado 59 nuevos planetas en la vecindad de nuestro sistema solar, contribuyendo notablemente a ampliar el censo de exoplanetas próximos”, explica Ignasi Ribas, director del IEEC y primer autor del trabajo.

 

Primera tanda de datos

Este instrumento ha multiplicado el número de exoplanetas que conocemos alrededor de estrellas frías cercanas, doblando los detectados con el método previamente expuesto. Con el espectógrafo se han observado cerca de la mitad de todas las estrellas pequeñas cercanas (una parte de ellas solo puede observarse desde el hemisferio sur). Además, los espectros obtenidos también proporcionan información muy valiosa sobre las atmósferas de las estrellas y de sus planetas, entre otras características.

La investigación ha liberado los datos correspondientes a la información obtenida con luz visible. Los expertos aún están mejorando el procesado de los datos obtenidos en el infrarrojo, con lo que, cuando se publiquen, los astrónomos tendrán un segundo gran conjunto de observaciones sobre el que trabajar.

El proyecto tiene su continuidad en CARMENES Legacy-Plus, que se inició en 2021 y continúa tomando más observaciones sobre las mismas estrellas. “Para poder determinar la existencia de planetas alrededor de una estrella, la observamos un mínimo de 50 veces”, explica Juan Carlos Morales, investigador del IEEC. “Aunque la primera ronda de datos ya se ha publicado para que la comunidad científica pueda acceder a ellos, estas series de observaciones aún no han concluido”, añade. Las observaciones realizadas en esta extensión del proyecto continuarán al menos hasta finales de 2023. 

 
 
Referencia:

I. Ribas, A. Reiners et al. “The CARMENES search for exoplanets around M dwarfs. Guaranteed Time Observations Data Release 1 (2016-2020)”. Astronomy & Astrophysics (22 de febrero, 2023).

 
 
Fuente: IEEC y SINC.