Educación para el Desarrollo Sostenible, un enfoque necesario

Desde el comienzo de está década y de cara al 2025, la UNESCO viene recomendando que la Educación para el Desarrollo Sostenible sea un componente central en todos los niveles de los sistemas educativos del mundo. Pero… ¿Qué es la Educación para el Desarrollo Sostenible?

Ante la crisis climática, acrecentada en los últimos años por eventos y amenazas naturales cada vez más recurrentes, agravadas por condiciones de alta vulnerabilidad social e índices crecientes de pobreza (especialmente en las infancias), un limitado acceso a sistemas de saneamiento y agua segura, a la educación y a la salud, y sumado a la contaminación ambiental y a la pérdida masiva de biodiversidad -especialmente en América Latina y el Caribe-, la UNESCO (Organización Cultural, Científica y Educativa de las Naciones Unidas) identificó la necesidad de incorporar alcances de desarrollo sostenible en los sistemas educativos de las naciones durante esta década, entendiendo a la educación como el catalizador de un cambio de mentalidad y de la concepción del mundo.

El concepto de Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) se refiere a un modelo innovador de enseñanza que conciba el aprendizaje de un modo amplio e interactivo, con un estilo exploratorio, orientado hacia la acción y que resulte en un marco pedagógico sólido que empodere tanto a docentes como a estudiantes dotándolos de conocimientos, habilidades, valores y actitudes para tomar decisiones basadas en el conocimiento, adoptar medidas responsables, y crear soluciones innovadoras a favor de una comunidad más empática y en pos del bienestar de todas las sociedades del mundo.

Educación para el Desarrollo Sostenible, un enfoque necesario. Créditos: Anke Schwind

En dicho marco, tras la organización en mayo de 2021 de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre EDS en Berlín, autoridades de educación de los estados miembro y asociados se comprometieron a tomar medidas concretas para transformar el sistema de aprendizaje en pos de la supervivencia de nuestro planeta, adoptando la declaración -elaborada durante las jornadas que duró la conferencia- como directriz para lograr ese objetivo.

Dentro de sus alcances principales, la declaración compromete a las naciones a:

  1. Velar por que la EDS sea un elemento basal de los sistemas educativos con la acción ambiental y climática como componente central de los planes de estudio, manteniendo la interrelación de todas las dimensiones del desarrollo sostenible.

  2. Integrar la EDS en todos los niveles de la educación y la formación, desde la primera infancia hasta la educación terciaria y de personas adultas, incluida la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP), así como en la educación no formal y el aprendizaje informal, de modo que todas las personas tengan oportunidades de aprendizaje permanente para el desarrollo sostenible a lo largo de toda la vida.

  3. Impartir la EDS haciendo hincapié conjuntamente en las habilidades cognitivas, el aprendizaje social y emocional, y las competencias de acción para las dimensiones individuales y sociales de la transformación, promoviendo un cambio de comportamiento individual en pos del desarrollo sostenible, la igualdad y el respeto de los derechos humanos, así como los cambios estructurales y culturales fundamentales a nivel sistémico de las economías y las sociedades, y promoviendo también la acción política necesaria para hacer efectivos estos cambios.

  4. Aprovechar el poder de la EDS para rediseñar nuestras sociedades, fomentando, entre otras cosas, el acceso al conocimiento científico y el intercambio de datos para facilitar la investigación, las políticas basadas en la evidencia, la adopción democrática de decisiones y el reconocimiento de los conocimientos indígenas, a fin de promover economías sostenibles y transformadoras centradas en el respeto del bienestar de las personas, así como del planeta, y de mejorar la resiliencia y la preparación ante futuras crisis mundiales.

  5. Promover un enfoque institucional integral, reconociendo que las y los educandos y la comunidad escolar se comprometen significativamente con el desarrollo sostenible mediante la participación democrática cuando sus instituciones se convierten en laboratorios vivos de participación y ciudadanía activa, equidad e igualdad de género, salud, conexiones con la naturaleza y el respeto del medio ambiente, eficiencia energética y consumo sostenible, y donde el aprendizaje se basa en la experiencia, está orientado a la acción y es focalizado y culturalmente pertinente, permitiendo a las y los educandos aprender lo que viven y vivir lo que aprenden.

  6. Reconocer también la función esencial que desempeñan las y los docentes en la promoción de la EDS e invertir en el desarrollo de sus capacidades y las del personal relacionado con la educación en todos los niveles, y garantizar un enfoque sectorial integral para la transformación necesaria de la educación.

  7. Aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías digitales y “verdes” para garantizar que el acceso, así como el desarrollo y la utilización de estas, sean responsables, seguros, equitativos e inclusivos, se basen en el pensamiento crítico y los principios de sostenibilidad, con una evaluación adecuada de los riesgos y los beneficios, y promuevan los recursos educativos abiertos, la ciencia abierta e instalaciones de aprendizaje virtual o a distancia para la EDS que sean asequibles.

  8. Empoderar a las juventudes como agentes de cambio para lograr el desarrollo sostenible, creando oportunidades de aprendizaje y de participación ciudadana, y proporcionándoles las competencias y herramientas para que participen en la EDS como cocreadores de la transformación individual y social.

  9. Dar prioridad a las poblaciones marginadas, incluidas las personas con discapacidad, los refugiados y las personas afectadas por conflictos, crisis y desastres naturales, mediante un enfoque inclusivo, promoviendo políticas innovadoras en materia de EDS que estén contextualizadas e integrando la EDS en la educación en situaciones de emergencia.

  10. Hacer hincapié en la igualdad de género y la no discriminación en el acceso a los conocimientos y las competencias, y garantizar la integración de la perspectiva de género en la EDS, lo que permite una comprensión más profunda y global de los retos de sostenibilidad y de las posibles soluciones.

  11. Movilizar la EDS para combatir la pobreza, en particular la extrema pobreza, y dotar a las y los educandos de las competencias pertinentes para satisfacer las demandas individuales y sociales, en particular mediante la EFTP y el desarrollo de aptitudes para lograr medios de vida sostenibles que garanticen la dignidad humana y el derecho a vivir decentemente.

  12. Mejorar la colaboración multisectorial y multidisciplinaria en materia de EDS en todos los niveles de gobernanza, mediante la colaboración de los ministerios de Educación con todos los demás ministerios cuya labor repercuta en el desarrollo sostenible, con miras a garantizar un enfoque pangubernamental, con una cooperación reforzada entre los ministerios de Educación y de Medio Ambiente como elemento central, así como con todos los demás grupos interesados pertinentes, como las organizaciones no gubernamentales, la comunidad académica, el sector empresarial, las juventudes y otros.

  13. Apoyar una mayor alineación, en los planos mundial, regional y nacional, de las agendas de educación, medio ambiente, clima, economía sostenible y otras agendas de desarrollo pertinentes, y potenciar la creación de redes entre los distintos grupos interesados a fin de garantizar que los esfuerzos se apoyen y complementen mutuamente y respalden la integración estructural de la EDS.

El objetivo principal de la adopción inmediata de la EDS es permitir que la comunidad desarrolle sus habilidades cognitivas y no cognitivas -como el pensamiento crítico- y las competencias para la colaboración, la resolución de problemas, la correcta gestión de complejidades y riesgos, y el pensamiento sistémico y creativo. De esta manera, al fomentar su resiliencia,  las sociedades se verán empoderadas para actuar de manera responsable, haciendo efectivo su derecho a una educación de calidad. 

Es por esto que la EDS debe basarse en el respeto a la naturaleza, así como en los derechos humanos, la democracia, el estado de derecho, la no discriminación, la equidad y la igualdad de género. Además, debe promover el entendimiento intercultural, la diversidad cultural, una filosofía de paz y no violencia, la inclusión y la noción de una ciudadanía mundial responsable y activa.

Fuente: UNESCO