Las nuevas tecnologías parecen haber llegado al universo del fútbol para quedarse. La IA hará su debut mundialista para ayudar a los árbitros a definir de manera precisa las jugadas polémicas que surjan en cada partido.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) estrenará en la próxima Copa del Mundo de Qatar 2022 un novedoso sistema que utiliza inteligencia artificial(IA) para asistir a los árbitros y así reducir al mínimo los errores que pueden llegar a cometer durante el desarrollo de los partidos. Se trata de una herramienta que comenzaron a probar durante la Copa Árabe celebrada a fines del año pasado y en la última edición del Mundial de Clubes en febrero de este año. Este sistema será utilizado por los árbitros que integren el VAR para determinar con una precisión milimétrica si hubo posición adelantada en una jugada determinada. Pero… ¿cómo funcionará?
Un algoritmo recibirá datos de 12 cámaras ubicadas estratégicamente para monitorear y captar movimientos en 29 puntos del cuerpo de cada jugador. Luego, los movimientos serán reproducidos en esqueletos animados, lo que permitirá detectar una posición adelantada con amplia precisión y en solo medio segundo. En caso que el sistema determine que existió offside, emitirá automáticamente una alerta al árbitro y a sus asistentes.
Foto: REUTERS/Matthew Childs
Esta herramienta denominada Limb-Tracking será el puntapié inicial para la instalación definitiva de la IA y otros proyectos de utilización de datos vinculados a esta tecnología, en el universo deportivo en general.
A partir de la recopilación de datos en entrenamientos y partidos, el desarrollo y la utilización de la IA no sólo permitirá automatizar tareas, sino también planificar, diagnosticar y hasta incluso predecir diversas situaciones como riesgos de lesiones, cansancio o rendimiento de cada jugador.
Clubes de fútbol como el Barcelona utilizan algoritmos de recomendación basados en IA para determinar las mejores opciones para la incorporación de jugadores al plantel en función de las características del equipo. En tanto el Real Madrid recopila y analiza grandes volúmenes de datos que obtiene de los partidos y entrenamientos para identificar cansancio, performance o riesgo de lesiones en sus jugadores.
Según el informe “Global Artificial Intelligence In Sports Market”, la inversión del mercado en Inteligencia Artificial para eventos y prácticas deportivas superará para 2026 los 3.300 millones de dólares.
Cabe señalar entonces que existe una variedad muy amplia de aplicaciones para la utilización de datos no solo para las instituciones deportivas sino también en empresas y otras organizaciones. La ciencia de datos sirve para personalizar las experiencias de cualquier tipo de público respecto al producto o servicio que se ofrece.
La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) se encuentra trabajando en el primer proyecto de Argentina para la generación de energía a partir de las olas del mar.
La Facultad Regional Buenos Aires de la UTN (UTNBA) avanza con la investigación que podría desembocar en la concreción del primer proyecto argentino de energía undimotriz, consistente en un aprovechamiento del movimiento de las olas del mar. Sería «suficiente para abastecer a toda América del Sur», aseguró Alejandro Haim, director de Proyecto del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UTNBA, y subrayó que «la densidad de la energía undimotriz es superior a la eólica».
El proyecto, una vez obtenido el financiamiento para su construcción a escala real, se instalará en la escollera de Mar del Plata, donde se habilitará inicialmente en un área de 300 metros cuadrados, hasta completar un parque de tres hectáreas capaz de generar la energía para abastecer el consumo de 20.000 personas.
En el mundo, la energía undimotriz tiene un desarrollo incipiente que podría acelerarse tanto por las preocupaciones surgidas en torno del cambio climático y la transición hacia modalidades renovables, como a los problemas de abastecimiento de gas y petróleo por los que atraviesan los países de la Unión Europea luego de la invasión rusa a Ucrania.
«Se aprovecha el movimiento ondular del mar para transformarlo en energía eléctrica a través de diversos dispositivos», explicó Haim. También relató el trabajo de investigación y desarrollo que viene llevando a cabo con su equipo desde 2009, cuando a los 27 años decidió combinar su pasión por el mar (era guardavidas en las playas de Mar de Ajó y, además, surfista aficionado) con su actividad académica.
«Siempre me gustaron las energías renovables y en lo que al mar se refiere se hablaba más de la energía mareomotriz», planteó, trayendo a colación iniciativas presentadas hace más de un siglo que aún no fueron concretadas.
En cuanto a la energía undimotriz, Haim la valora desde la perspectiva de la diversificación dentro de las propias energías renovables: «como son variables –no se puede contar exclusiva y permanentemente con un tipo de energía que depende del viento, la intensidad del sol, las mareas o las olas- es una opción muy interesante, con un Mar Argentino de millones de kilómetros cuadrados».
En cuanto al proyecto, desarrollado hace trece años por la UTNBA, Haim aclaró que «se trata de una boya que tiene un brazo de palanca que transforma el movimiento ondular de las olas del mar en uno circular uniforme, moviendo un generador que entrega energía».
Las boyas son de acero naval huecas cuyo peso y medidas pueden ser variables de 2 a 20 toneladas y de 3 a 10 metros de diámetro y, según las dimensiones del equipo, la potencia podrá variar entre 30 a 200 kW por unidad.
En la presentación del proyecto, el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Utnba precisó que el equipo «puede ser instalado offshore mediante pilotaje, plataformas de extracción de petróleo y gas, o en estructuras existentes como escolleras (como el caso de este emprendimiento) y muelles».
En una síntesis de los trabajos iniciados hace trece años, se destacaron la construcción en 2010 de un prototipo a escala 1:10, sometido a ensayos en el canal de olas del Instituto Nacional del Agua, los estudios de impacto ambiental y el patentamiento otorgado por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial en 2018. En el tramo final, a partir de 2019 comenzaron las tareas de estudio y diseño de la obra civil para la instalación del equipo a escala real, completados en los últimos meses con las partes mecánica, eléctrica y electrónica.
Superada la etapa de estudios, el financiamiento aparece como la parte más complicada para la puntada final. «Hasta ahora el financiamiento salió de la UTN y algunos premios, ahora llegó a una etapa de maduración económica y necesitamos apoyo externo», planteó, además de aclarar que se anotaron «en un proyecto del FONTAR (Fondo Tecnológico Argentino, perteneciente a la Agencia I+D+i) que nos daría $50 millones y con eso podríamos construir un equipo para probarlo en la costa de Mar del Plata».
Una vez instalada la primera boya, el propósito es emplazar un parque undimotriz de 200 boyas, que ocuparía tres hectáreas con una potencia total de 6 Mw, para abastecer los requerimientos de 5.000 hogares o 20.000 personas, equivalentes a 15.000 toneladas de CO2 por año.
Más allá de la suerte, en los sorteos hay factores que condicionan y definen partidos. ¿Cuál es el rol del saber científico en todo esto?
El 1° de abril se sorteó el fixture para el mundial de fútbol masculino de Qatar 2022. En el deporte más popular del país, las bolillas dictaminaron que la selección de Lionel Scaloni se enfrentará el martes 22 de noviembre a las siete de la mañana a Arabia Saudita, el sábado 26 a las cuatro de la tarde a México y el miércoles 30 a Polonia, también a las 16 horas. De clasificar en su grupo, Argentina podría enfrentar en octavos de final a Francia, Dinamarca, Túnez o el clasificado que salga de Perú, Emiratos Árabes Unidos o Australia. Más allá de las especulaciones sobre bolillas frías y el azar vinculado a la palabra sorteo, lo cierto es que hubo cabezas de serie, bombos con equipos predeterminados y un reglamento elaborado por la FIFA. Entonces, lo que en un principio parece incierto, en una segunda instancia ya resulta algo más predecible. Detrás del mundial y de los partidos que le toca jugar a cada selección, como en cualquier otro orden de la vida, también hay ciencia.
La Copa del Mundo brilla ante uno de los bolilleros donde se sorteó Qatar 2022. Créditos: Adncuba
Según el Instituto de Cálculo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Argentina tenía 14 por ciento de probabilidades de enfrentar a México, 20 por ciento a Polonia y también 20 por ciento a Arabia Saudita. ¿Cómo se formulan estos cálculos? ¿Qué variables se tienen en cuenta la hora de pensar en las chances que tiene la selección de enfrentar a otras? “Lo que hacemos nosotros es simular un millón de veces el sorteo y ver en que proporción, por ejemplo, México cae en el grupo de Argentina”, afirma Guillermo “Willy” Durán, doctor en Ciencias de la Computación y director del Instituto.
En lo concerniente al sorteo, la FIFA había estipulado algunas reglas. Por ejemplo, a excepción de Europa, ningún grupo podía tener más de una selección de la misma confederación. En el caso argentino, ningún equipo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Uruguay, Ecuador, Brasil o Perú) podía compartir grupo. Sin embargo, en el sorteo no quedaba tan clara esta cuestión, particularmente con Perú que todavía debe jugar contra el ganador de Emiratos Árabes Unidos y Australia en busca de la plaza mundialista.
“Me pareció que la reglamentación fue un poco difusa, poco rigurosa. Podrían haberse dado situaciones donde la FIFA hubiera tenido que explicar qué es lo que hacía sin poder sostenerlo demasiado. Tuvo suerte y no le pasó ninguna cosa rara, pero le podría haber sucedido por cómo estaba escrita la reglamentación. Si mirás el simulacro de sorteo que hizo TyC Sports el día anterior, llegó a un resultado donde Perú y Brasil compartían el mismo grupo. Si le hubiera pasado eso hubiera sido un lío, tendría que haber explicado por qué no se cumplió. Un reglamento que dice ‘en la medida de lo posible’ te genera un poco de dudas”, sostiene Durán, que también es Investigador Principal del Conicet.
Cafú, histórico lateral derecho de Brasil, sonríe al sacar a Argentina del bolillero. Créditos: AP Photo / Darko Bandic
¿Argentina campeona?
El mundial se acerca y las ansias aumentan. Las charlas en el trabajo, en la escuela y en cualquier otro ámbito ya hablan de la “scaloneta” y sacan cálculos sobre las chances de ganar la tercera copa del Mundo. Aunque el equipo de Durán aún no se propuso sacar los propios en esta ocasión (entre otras cosas porque aún quedan por definir tres cupos para los cuales pelean Escocia, Gales, Ucrania, Costa Rica, Nueva Zelanda y los mencionados Perú, Emiratos Árabes Unidos o Australia), sí lo hizo para el mundial de Rusia 2018. “Teníamos algo así como un nueve por ciento de chances de salir campeón de acuerdo a nuestro simulador. La intuición diría que ahora nos tiene que dar mejor que aquella vez, pero no siempre va de la mano con lo que muestran los números en función de las estadísticas recientes. Por cómo le ha ido a la Argentina en los últimos dos años, debería estar un poquito mejor. Tampoco mucho porque hay 32 selecciones, aunque es cierto que hay 20 que prácticamente no tienen chances. Sin embargo, hay entre ocho y diez equipos fuertes”, destaca Durán.
Mundial de corta distancia
Una de las facilidades que tendrá Qatar 2022 es la ubicación y la cercanía de los estadios. En este contexto, la Asociación del Fútbol Argentino eligió el campus de la Universidad de Qatar y, una vez más, las matemáticas juegan un rol clave. Este centro está ubicado a pocos kilómetros de las sedes mundialistas. Las distancias entre cada ciudad fue una cuestión central para elegir la concentración. En 2014, Argentina hizo base en Mina Gerais, estado ubicado a mitad de camino entre el norte y el sur de Brasil y relativamente cerca (en avión) de Belo Horizonte, Río de Janeiro y Porto Alegre. En 2018, el conjunto dirigido por Jorge Sampaoli desembarcó en Bronnitsy, localidad que estaba ubicada a más de 700 kilómetros de San Petersburgo, 60 de Moscú y 400 de Nizhniy Novgorod, plazas donde trascurrieron los dramáticos partidos de la Albiceleste.
Fútbol y Big Data
Las matemáticas protagonizan buena parte de las escenas cotidianas. Incluso en el fútbol, donde la dinámica de lo impensado le ganaba a los cálculos, los datos llegaron para quedarse. Tal es así que hoy en día se utilizan drones, GPS y mediciones sobre la distancia que recorrió cada jugador con su velocidad promedio. Un caso paradigmático y reciente fue el de Héctor Bellerín, lateral derecho que se desempeñaba en el Arsenal de Inglaterra y recaló en el Real Betis, conjunto español, gracias al big data.
“Lo apliqué a la hora de decidir esta pretemporada qué club era el mejor para mí por mi manera de jugar, por el tipo de entrenador, y el Betis era uno de los que estaba ahí a la cabeza por la manera que tiene el míster de utilizar a los laterales y por la proyección que tenía el equipo para esta temporada”. Además, Bellerín destacó que usa los datos a nivel más físico, para ver corroborar el peso, la velocidad y la distancia recorrida en cada encuentro.
Durán, especialista en matemática aplicada, sostuvo al respecto que empiezan a haber algunos estudios de cómo podría insertarse un determinado jugador en un determinado equipo de acuerdo al presupuesto, características del jugador y las estadísticas sobre pases, remates al arco y goles. “En el fútbol argentino prácticamente no hay nada de esto, pero en Europa hay algunos ejemplos de inserción de mecanismos de ciencia de datos como para poder tomar ese tipo de decisiones. Tiene que ver con usar los datos a tu favor en función de los métodos que tenés para poder evaluar este tipo de cosas”.