Los sistemas electorales con listas abiertas pueden ayudar a reducir la polarización

Por SINC.

Un estudio de las universidades Carlos III de Madrid y de Houston (EE UU) muestra que los votantes tienen más en cuenta la ideología y marca de un partido cuando se presentan listas cerradas, como en España. Sin embargo, cuando son listas abiertas, la ciudadanía vota de manera más personal, según las características de cada candidato.

Las listas cerradas en las elecciones políticas hacen que las personas tengan más en cuenta la ideología y la marca del partido a la hora de votar, mientras que en los sistemas electorales que cuentan con listas abiertas la gente vota de manera más personal y menos ideológica. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de la Universidad de Houston (EEUU) que analiza ciertas características de las elecciones democráticas.

El estudio, publicado en la revista European Political Science Review, ofrece nuevas evidencias que muestran el impacto en los niveles del voto ideológico que tiene la dimensión intrapartidista (si el sistema se centra más en los candidatos a nivel local o en la marca del partido).

Entre otras conclusiones, los investigadores han encontrado que en los sistemas de representación proporcional la ideología determina el voto en mayor medida cuando las listas son cerradas. Además, los resultados que han obtenido sugieren que este efecto se amplifica ligeramente en el caso de un alto número de candidatos a nivel de circunscripción.

El estudio ha analizado características de los sistemas electorales que afectan al voto. / Rama

“La adopción de sistemas electorales que generen incentivos para cultivar el voto a personas (listas abiertas), como ocurre por ejemplo en Brasil, Finlandia, Luxemburgo o Suiza, pueden contribuir a crear elecciones menos ideológicas y, por tanto, a disminuir la polarización”, señala Pedro Riera, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la UC3M y coautor del trabajo.

En los sistemas electorales de listas abiertas los partidos no establecen un orden de los candidatos, sino que son los propios votantes los que lo configuran. Es decir, el candidato más votado de un partido es el que ocupa la primera posición, mientras que el segundo más elegido ocupa la posición dos, y así sucesivamente.

Competencia entre candidatos del mismo partido

En estos casos, “las características personales de los candidatos influyen mucho: ¿Quién eres? ¿Dónde has nacido? ¿Qué has hecho? ¿A qué te dedicas? ¿Dónde vives?… son cosas que la ciudadanía tiene en cuenta a la hora de votar”, destaca Riera. “Hay mucha más competencia entre los candidatos del mismo partido, algo que no ocurre en España en donde se utilizan las listas cerradas y en las que no tiene ningún sentido que el candidato número 23 de una lista compita con el candidato que ocupa la posición 19”, añade.

Para realizar el estudio, los investigadores utilizaron modelos espaciales de política y emplearon datos desde 1996 de cinco oleadas del Estudio Comparado de Sistemas Electorales, una base de datos que contiene información de más de medio centenar de países. Además, tomaron como estudio de caso el de Grecia, que resulta especialmente interesante porque dependiendo de las elecciones usan listas abiertas o cerradas.

“Una de las cosas que sugerimos, en base a nuestros resultados, es que la adopción de listas abiertas puede tener esta potencial ventaja de hacer de las elecciones políticas algo menos ideológico y quizás más centrado en otro tipo de elementos que puedan aportar las diferentes candidaturas”, añade Pedro Riera.

 

Referencia: Riera, P. et al. “Electoral systems and ideological voting” European Political Science Review (2022)

 
Fuente: UC3M y SINC.

¿Quién es la científica argentina encargada de recuperar el arrecife de coral en Estados Unidos?

POR Nadia Chiaramoni para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Lucía Speroni, egresada de la Universidad Nacional de Quilmes, es buzo científico y trabaja en la restauración de ecosistemas marinos fundamentales.

Coral Restoration Foundation (CRF) es una fundación del sur de la península de La Florida. Sus especialistas se dedican a la restauración del arrecife de coral, muy castigado por diversos factores, en especial, por los efectos del cambio climático. Lucía Speroni, egresada de la Universidad Nacional de Quilmes y buzo científico de la Fundación, conversó en exclusiva con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ sobre su trabajo y la importancia del cuidado de los ecosistemas marinos.

“Lo que hace CRF se asemeja a la jardinería”, cuenta y luego explica: “Se usan fragmentos de corales y se cuelgan en unas estructuras similares a árboles. El objetivo es que crezcan para poder ser devueltos a los arrecifes de donde se extrajeron”. La Fundación se encarga de identificar a las especies que están en peligro de extinción, y una de las más afectadas es el coral cuerno de ciervo. “El trabajo consiste en reproducir estos fragmentos hasta que alcanzan un cierto tamaño, tipo pelotas de tenis. Recién ahí se descuelgan de los árboles de PVC y se devuelven al arrecife donde se aseguran con epoxi para que sigan creciendo. Es un método que funciona”, relata Speroni.

Restauración del arrecife de coral en el sur de la península de La Florida. Crédito: Lucía Speroni

Según la científica, es fundamental cuidar y proteger a los arrecifes ya que en ellos habita la cuarta parte de los peces que habitan en los mares. Sin los corales, la perdida en la biodiversidad sería desbastadora.

Ciencia debajo del agua

Lucía Speroni llegó a CRF luego de un entrenamiento como buzo científico ya que quería contribuir a recuperar los arrecifes y que ese hábitat siga existiendo. “El mundo es más lindo con la diversidad que tenemos, con diferentes peces y hasta con algún tiburón que nada cerca tuyo; sin esto sentís que debajo del agua te vas quedando sola”, relata.

Speroni explica que los corales son animales y, concretamente, constituyen una colonia de pólipos: pequeños cilindros, con boca y tentáculos para atrapar comida. Estos pólipos usan el agua de mar para formar un esqueleto. Algo llamativo de los corales es que son muy coloridos; y este color lo obtienen de un alga, la xooxantela, que vive en simbiosis con ellos. La relación es beneficiosa para los dos: el coral le brinda al alga un lugar para vivir y el alga le da comida al coral haciendo fotosíntesis.

Los arrecifes de corales son el hogar del 25 por ciento de los peces. Dañarlos significa perder biodiversidad; al tiempo que se abandona la protección de las costas frente a tormentas fuertes, ya que estos ecosistemas actúan como barrera al minimizar el impacto de olas fuertes. El mundo perdió la quinta parte de sus corales debido a la contaminación y a las elevadas temperaturas de los océanos, entre otras amenazas. Lo que ocurre es que estos factores hacen que el alga zooxantela abandone el arrecife y entonces el coral muere por falta de comida y susceptibilidad a enfermedades.

Coralpalloza

“Una de las cosas que más me gusta es el Coralpalloza, que se organiza todos los años para concientizar y para que la gente que le gusta bucear pueda ayudar. En el último evento me tocó liderar un grupo de buzos voluntarios, logramos devolver al arrecife más de 120 fragmentos de corales. Cuando terminamos, nadé sobre el arrecife y vi todos esos pequeños fragmentos que van a crecer. Es una emoción muy grande”, dice. Luego continúa: “Si bien las temperaturas de los océanos siguen en aumento, algunos corales quizá tienen la chance de sobrevivir evolucionando. Pienso que es como darles una chance, correr contrarreloj”, expresa la científica.

El arrecife de Florida sufrió más si se los compara con otros bien conocidos como la Gran Barrera de Coral de Australia. Debido al calentamiento global, entre otros fenómenos, en Miami se ha perdido cerca del 90 por ciento de los corales en las últimas décadas.

 

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ

Educación para el Desarrollo Sostenible, un enfoque necesario

Desde el comienzo de está década y de cara al 2025, la UNESCO viene recomendando que la Educación para el Desarrollo Sostenible sea un componente central en todos los niveles de los sistemas educativos del mundo. Pero… ¿Qué es la Educación para el Desarrollo Sostenible?

Ante la crisis climática, acrecentada en los últimos años por eventos y amenazas naturales cada vez más recurrentes, agravadas por condiciones de alta vulnerabilidad social e índices crecientes de pobreza (especialmente en las infancias), un limitado acceso a sistemas de saneamiento y agua segura, a la educación y a la salud, y sumado a la contaminación ambiental y a la pérdida masiva de biodiversidad -especialmente en América Latina y el Caribe-, la UNESCO (Organización Cultural, Científica y Educativa de las Naciones Unidas) identificó la necesidad de incorporar alcances de desarrollo sostenible en los sistemas educativos de las naciones durante esta década, entendiendo a la educación como el catalizador de un cambio de mentalidad y de la concepción del mundo.

El concepto de Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) se refiere a un modelo innovador de enseñanza que conciba el aprendizaje de un modo amplio e interactivo, con un estilo exploratorio, orientado hacia la acción y que resulte en un marco pedagógico sólido que empodere tanto a docentes como a estudiantes dotándolos de conocimientos, habilidades, valores y actitudes para tomar decisiones basadas en el conocimiento, adoptar medidas responsables, y crear soluciones innovadoras a favor de una comunidad más empática y en pos del bienestar de todas las sociedades del mundo.

Educación para el Desarrollo Sostenible, un enfoque necesario. Créditos: Anke Schwind

En dicho marco, tras la organización en mayo de 2021 de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre EDS en Berlín, autoridades de educación de los estados miembro y asociados se comprometieron a tomar medidas concretas para transformar el sistema de aprendizaje en pos de la supervivencia de nuestro planeta, adoptando la declaración -elaborada durante las jornadas que duró la conferencia- como directriz para lograr ese objetivo.

Dentro de sus alcances principales, la declaración compromete a las naciones a:

  1. Velar por que la EDS sea un elemento basal de los sistemas educativos con la acción ambiental y climática como componente central de los planes de estudio, manteniendo la interrelación de todas las dimensiones del desarrollo sostenible.

  2. Integrar la EDS en todos los niveles de la educación y la formación, desde la primera infancia hasta la educación terciaria y de personas adultas, incluida la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP), así como en la educación no formal y el aprendizaje informal, de modo que todas las personas tengan oportunidades de aprendizaje permanente para el desarrollo sostenible a lo largo de toda la vida.

  3. Impartir la EDS haciendo hincapié conjuntamente en las habilidades cognitivas, el aprendizaje social y emocional, y las competencias de acción para las dimensiones individuales y sociales de la transformación, promoviendo un cambio de comportamiento individual en pos del desarrollo sostenible, la igualdad y el respeto de los derechos humanos, así como los cambios estructurales y culturales fundamentales a nivel sistémico de las economías y las sociedades, y promoviendo también la acción política necesaria para hacer efectivos estos cambios.

  4. Aprovechar el poder de la EDS para rediseñar nuestras sociedades, fomentando, entre otras cosas, el acceso al conocimiento científico y el intercambio de datos para facilitar la investigación, las políticas basadas en la evidencia, la adopción democrática de decisiones y el reconocimiento de los conocimientos indígenas, a fin de promover economías sostenibles y transformadoras centradas en el respeto del bienestar de las personas, así como del planeta, y de mejorar la resiliencia y la preparación ante futuras crisis mundiales.

  5. Promover un enfoque institucional integral, reconociendo que las y los educandos y la comunidad escolar se comprometen significativamente con el desarrollo sostenible mediante la participación democrática cuando sus instituciones se convierten en laboratorios vivos de participación y ciudadanía activa, equidad e igualdad de género, salud, conexiones con la naturaleza y el respeto del medio ambiente, eficiencia energética y consumo sostenible, y donde el aprendizaje se basa en la experiencia, está orientado a la acción y es focalizado y culturalmente pertinente, permitiendo a las y los educandos aprender lo que viven y vivir lo que aprenden.

  6. Reconocer también la función esencial que desempeñan las y los docentes en la promoción de la EDS e invertir en el desarrollo de sus capacidades y las del personal relacionado con la educación en todos los niveles, y garantizar un enfoque sectorial integral para la transformación necesaria de la educación.

  7. Aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías digitales y “verdes” para garantizar que el acceso, así como el desarrollo y la utilización de estas, sean responsables, seguros, equitativos e inclusivos, se basen en el pensamiento crítico y los principios de sostenibilidad, con una evaluación adecuada de los riesgos y los beneficios, y promuevan los recursos educativos abiertos, la ciencia abierta e instalaciones de aprendizaje virtual o a distancia para la EDS que sean asequibles.

  8. Empoderar a las juventudes como agentes de cambio para lograr el desarrollo sostenible, creando oportunidades de aprendizaje y de participación ciudadana, y proporcionándoles las competencias y herramientas para que participen en la EDS como cocreadores de la transformación individual y social.

  9. Dar prioridad a las poblaciones marginadas, incluidas las personas con discapacidad, los refugiados y las personas afectadas por conflictos, crisis y desastres naturales, mediante un enfoque inclusivo, promoviendo políticas innovadoras en materia de EDS que estén contextualizadas e integrando la EDS en la educación en situaciones de emergencia.

  10. Hacer hincapié en la igualdad de género y la no discriminación en el acceso a los conocimientos y las competencias, y garantizar la integración de la perspectiva de género en la EDS, lo que permite una comprensión más profunda y global de los retos de sostenibilidad y de las posibles soluciones.

  11. Movilizar la EDS para combatir la pobreza, en particular la extrema pobreza, y dotar a las y los educandos de las competencias pertinentes para satisfacer las demandas individuales y sociales, en particular mediante la EFTP y el desarrollo de aptitudes para lograr medios de vida sostenibles que garanticen la dignidad humana y el derecho a vivir decentemente.

  12. Mejorar la colaboración multisectorial y multidisciplinaria en materia de EDS en todos los niveles de gobernanza, mediante la colaboración de los ministerios de Educación con todos los demás ministerios cuya labor repercuta en el desarrollo sostenible, con miras a garantizar un enfoque pangubernamental, con una cooperación reforzada entre los ministerios de Educación y de Medio Ambiente como elemento central, así como con todos los demás grupos interesados pertinentes, como las organizaciones no gubernamentales, la comunidad académica, el sector empresarial, las juventudes y otros.

  13. Apoyar una mayor alineación, en los planos mundial, regional y nacional, de las agendas de educación, medio ambiente, clima, economía sostenible y otras agendas de desarrollo pertinentes, y potenciar la creación de redes entre los distintos grupos interesados a fin de garantizar que los esfuerzos se apoyen y complementen mutuamente y respalden la integración estructural de la EDS.

El objetivo principal de la adopción inmediata de la EDS es permitir que la comunidad desarrolle sus habilidades cognitivas y no cognitivas -como el pensamiento crítico- y las competencias para la colaboración, la resolución de problemas, la correcta gestión de complejidades y riesgos, y el pensamiento sistémico y creativo. De esta manera, al fomentar su resiliencia,  las sociedades se verán empoderadas para actuar de manera responsable, haciendo efectivo su derecho a una educación de calidad. 

Es por esto que la EDS debe basarse en el respeto a la naturaleza, así como en los derechos humanos, la democracia, el estado de derecho, la no discriminación, la equidad y la igualdad de género. Además, debe promover el entendimiento intercultural, la diversidad cultural, una filosofía de paz y no violencia, la inclusión y la noción de una ciudadanía mundial responsable y activa.

Fuente: UNESCO