Estudiantes del sur de la provincia de Buenos Aires fabricaron un acaricida natural que protege a las abejas contra la varroasis y que se exporta a 10 países.
Apicultores y estudiantes de la Tecnicatura Universitaria Apícola de la Universidad Nacional del Sur (UNS) lograron una solución orgánica para combatir la varroasis, una enfermedad que ataca a las abejas y, por consiguiente, a las colmenas. La varroa (Varroa destructor) es un ácaro que produce la enfermedad y pone en riesgo la productividad y la actividad apícola en nuestro país.
El ácaro parásito externo daña la productividad de las abejas, vive encima de ellas, pero para reproducirse, lo hace dentro de la celda de cría de la abeja. La varroa se alimenta de los cuerpos grasos de la abeja melífera. Su reproducción se basa en poner huevos dentro de la celda, por lo que cuando nace la abeja, lo hace con parásitos, lo que ocasiona que, dado su crecimiento exponencial, la colmena colapse a causa de la alta infestación que posee.

Frente a este problema, estudiantes de la UNS y apicultores del sudoeste de la provincia de Buenos Aires crearon el acaricida Aluén CAP, una solución totalmente orgánica que protege la salud de las abejas con una efectividad superior al 95% para tratar la varroasis. Entre sus beneficios permite prescindir de productos sintéticos que contaminan la miel, demanda tan solo una aplicación, no interfiere en el desarrollo de la colmena y es eficaz en todo tipo de climas. Gracias a sus características ya se utiliza en más del 30% de las colmenas del país y se exporta a 10 países.
La solución a un problema
Luciano Morales Pontet, nacido en Bahía Blanca, es técnico electromecánico y creador del acaricida orgánico junto a otros 6 colaboradores, entre los cuales se encuentran compañeros de la Tecnicatura Universitaria Apícola y apicultores del sudoeste bonaerense. En diálogo con TEC, contó cómo surgió la idea frente a los múltiples desafíos que enfrentan en la apicultura.
“Nos conocimos estudiando la carrera pero muchos ya éramos apicultores, en algunos casos de segunda o tercera generación en la familia. Todos muy fanáticos de la apicultura y siempre nos juntábamos a hablar de las problemáticas y ver qué se podía hacer para ir mejorando la situación. También nos reuníamos con un grupo de productores y asesores del sudoeste de la provincia de Buenos Aires”, relató Luciano.
Una problemática en común que surgía en muchas conversaciones era la de la varroa y lo difícil que era tratarla a través de la aplicación de productos sintéticos: “Lo que decidimos fue empezar a buscar alternativas a los productos que en ese momento había para combatir la varroa. El ácaro afecta muchísimo a la abeja, sobre todo en Argentina y en varios otros lugares del mundo y llega a matar a la colmena si no la tratás. La varroa entró a Brasil primero y se diseminó por toda la región hace ya 30 años”.
Luciano contó por qué se inclinaron por un producto orgánico en lugar de uno sintético: “Se nos dio por empezar a investigar y trabajar en un producto nuevo, tratamos de buscar algo orgánico, porque generalmente los productos de origen sintético neurotóxico afectan también a la abeja, no solo matan la varroa. Otro de los problemas de estos productos sintéticos es que generan resistencia, entonces se debe que aplicar más dosis para que pueda matar al ácaro pero también le hace mucho más daño a la abeja y contaminan todos los productos dentro de la colmena: la miel, la cera, el polen”.

Morales describe en detalle el problema que causa el ácaro en las abejas locales: “Pudimos desarrollar nuestro producto para la abeja melífera o europea, que es la que está en Argentina. Acá no hay ciclos de todo el año de producción de crías, ya que la abeja hiberna, entonces no tiene una capacidad de reproducción constante y por eso la varroasis la afecta tanto”. Y agrega: “La varroa afecta a la abeja en su estado larval, se alimenta de su proteína, engulle toda su masa, la deja más chica y desnutrida. Se torna más susceptible a virus y acorta mucho la vida a la abeja, por lo tanto influye en la producción de la colmena”.
Investigación y desarrollo
El apicultor repasó cómo fue que dieron con la fórmula y la efectividad que lograron con su producto. Luego llevaron sus descubrimientos a científicos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) para validar sus investigaciones: “Empezamos a estudiar dentro de los orgánicos cuáles eran las moléculas que podían ser más sostenibles y probar con cuál hacer un tratamiento distinto. Nos encontramos con el ácido oxálico que es el principio activo del producto, algo que ya existía en el mundo, pero nosotros cambiamos la forma de aplicación, ya que era muy engorrosa”.
“Pudimos lograr un producto que con una sola aplicación dura todos los ciclos de la varroa y de la abeja. Logramos superar el 95% de eficacia en combatir la enfermedad. Se pudo estabilizar la molécula en un soporte que son tiras de cartón, de celulosa, que se aplican entre los cuadros de cría, dentro de la cámara. Funciona por contacto, la abeja pasa por la tira, y va diseminando el producto por toda la colmena, y va matando de esta forma a la varroa”, detalló el creador de Aluén CAP.

Cómo surgió Aluén CAP
En 2007 comenzaron con las pruebas. Una vez que hicieron la investigación por su cuenta decidieron hacer las averiguaciones pertinentes para poder certificar lo que habían descubierto: “Nos contactamos con la Universidad de Mar del Plata, con el Laboratorio de Artrópodos, y nos ayudaron mucho a hacer la validación del producto. Se van realizando muchísimas pruebas, vamos mucho a campo y por suerte se pudo obtener muy rápido el resultado y la eficacia buscada. Después llegó la parte industrial, porque hay que industrializarlo, que también demandó cierto tiempo. Lo pudimos empezar a comercializar en Argentina en 2016”, afirmó Luciano.
El trabajo mancomunado con el Laboratorio de Artrópodos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UNMdP) ayudó a validar sus experimentos e investigaciones concernientes a la varroa. El Laboratorio cuenta con un grupo abocado al estudio de aspectos relativos a éste ácaro y viene recabando información concerniente a la varroasis desde la década del ´80.
En 2012 decidieron formar la Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero Ltda. en la localidad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires y hoy sus instalaciones se encuentran en las afueras de la ciudad, en Calderón. A su vez, ya habían comenzado con el proceso de patentamiento a nivel mundial. Morales, que además es el síndico de la cooperativa contó cómo fue ese proceso: “Decidimos patentarlo nosotros y producirlo acá en Argentina para el mundo. Quisimos que la cooperativa sea la dueña de la patente, no nosotros o una persona, porque la idea es que justamente permanezca en el tiempo más allá de las personas. Que sea un producto de origen nacional y que pueda seguir en el tiempo”.
Luego de obtener la habilitación en Argentina, se buscó hacerlo en otros lugares. Generalmente se demora de seis meses a un año realizar la habilitación en un país, pero en Corea del Sur, que fue el último país que validaron, el proceso les demoró más de 4 años. Actualmente el producto tiene presencia en Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, Líbano, Corea del Sur y Palestina. También están trabajando con otros, en proceso de validación, habilitación y contratos.
Con respecto a la competencia con otros productos, Luciano fue categórico en su respuesta: “Sigue habiendo productos de origen sintético en el mundo, pero el impacto que ha generado Aluén una vez que ingresa a un país es masivo. El productor que lo prueba lo vuelve a utilizar. Además del beneficio de una sola aplicación, los productos sintéticos tienen resistencia, algo que con Aluén CAP no sucede, se puede usar todo el tiempo y no varía, porque el principio activo que utiliza (el ácido oxálico) lo necesita la varroa también para vivir, entonces no puede evolucionar en contra de eso”.
La importancia de la apicultura
Además de la cooperativa, en 2012, también crearon una Cámara de Apicultores que reúne más de 100 productores del sudoeste bonaerense que poseen alrededor de 50.000 colmenas. Luciano contó el rol del apicultor local: “Argentina exporta casi toda su producción, internamente se consume un 4% o 5%. Hay que hacer hincapié en aumentar el consumo interno. Por eso es importante fomentar la cultura apícola y aprovechar todos los productos de la colmena. Nosotros seguimos intentando desarrollar innovaciones en productos tanto para la abeja como para el productor. El apicultor argentino es muy profesional técnicamente y en el manejo de la apicultura. Hay que seguir insistiendo con eso, capacitando, y seguir difundiendo la actividad. Tenemos muchísimos apicultores en todo el país y hay que aprovechar los distintos ambientes que tenemos”.

Otros productos de la Cooperativa Pampero
La Cooperativa Pampero creó otros productos además de Aluén CAP, uno de ellos es Cocco CAP, un sistema de introducción de abejas reinas. Es un implemento plástico, reutilizable que logra el 100% de efectividad al momento de insertar una reina fecundada en una colmena. El producto fue premiado en el Concurso Nacional de Innovaciones – INNOVAR en el año 2010 en la categoría Innovaciones en el Agro.
También ofrecen un complemento proteico para complementar el periodo donde hay escasez de polen que es lo que aporta la proteína a la colmena. Contiene un alto y balanceado contenido de lípidos y proteínas que beneficia el estado nutricional de las abejas, estimulando la postura de la reina, incrementando así la cantidad de cría y el largo de vida de las abejas. Su uso es recomendable en situaciones de baja entrada de polen y en monocultivos, tanto para adelantar períodos de cría como para sobrellevar situaciones de estrés en las colmenas.
Otra de las novedades es la publicación gratuita de la revista científica de abejas y apicultores “EUNK”, que ganó la medalla de oro en el Congreso Internacional de Apicultura, el Apimondia 2023 en Chile.
Sobre Aluén CAP y la Cooperativa Apícola Pampero
Posee un sitio web accesible en cooperativapampero.coop y tienen presencia en redes sociales: @cap_pampero en Instagram; @cap_pampero en X; CAP en Facebook y en LinkedIn como Cooperativa Pampero.
La revista científica EUNK está disponible para su descarga: : EUNK.