Acúfenos: los molestos “ruidos del silencio” que afectan la calidad de vida de muchas personas

POR María Ximena Perez para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Por qué surgen y cómo se tratan. Claves para aprender a convivir con esta misteriosa dolencia que, todavía, no tiene cura.

Zumbidos, soplos, silbidos, timbres, rugidos, retumbos. Por separado o una combinación de todos, son ruidos que están, literalmente, dentro de la cabeza: no son producidos por ninguna fuente externa y se pueden percibir, incluso, en situaciones de silencio absoluto, en uno o en ambos oídos. Su condición se llama tinnitus o acúfeno y es comúnmente descrita como un timbre o silbido en los oídos.

Se calcula que entre el 1 y el 3 por ciento de la población mundial sufre tanto por culpa del tinnitus severo, un síntoma molesto les acarrea un efecto negativo muy notable en su calidad de vida diaria. En ocasiones, el ruido en el oído se escucha tan alto que puede afectar a la capacidad de concentración, el sueño e, incluso, provocar ansiedad.

Muchas personas experimentan ruidos en el oído que no están producidos por ninguna fuente externa y lo pueden percibir, incluso, en situaciones de silencio absoluto. Crédito: Medical.

¿Qué es lo que causa el ruido “fantasma”?

Para algunos investigadores, el tinnitus se genera en el oído. Pero otros plantean la hipótesis de que sucede en el cerebro. Lo cierto es que nadie está seguro y, por el momento, no hay cura.

Si bien gran parte de esta condición sigue siendo un misterio, la última evidencia científica al respecto señala que el ruido fuerte puede desencadenar tinnitus. En ese sentido, las armas de fuego, las herramientas eléctricas, la maquinaria pesada, las resonancias magnéticas y la música a todo volumen de incluso un solo concierto de rock, suelen ser los culpables. Es decir, una sola exposición a un ruido fuerte, lo que los médicos llaman trauma acústico, puede provocar esta afección, aunque en la mayoría de los casos es temporal. Esta es la razón por la que muchas personas en el ejército la padecen, quizás adquirida después de la exposición a fuertes disparos o ruido de vehículos y aviones. 

Otros factores que pueden causar o contribuir incluyen infecciones de los senos nasales, fiebre, gripe, estrés emocional, cafeína , nicotina, alcohol y algunos medicamentos. Cuando las personas dejan de beber estas bebidas o de tomar los medicamentos, el tinnitus generalmente se resuelve solo o, al menos, se reduce.

De acuerdo al Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, son varias las causas que pueden provocar o empeorar los acúfenos. A veces se da por daños en las células del oído interno y puede generarse por los llamados cilios, una especie de pelos diminutos y muy delicados que se mueven dentro del oído en función de la presión que ejercen las ondas sonoras y pueden mandar señales confusas al cerebro que son interpretadas como sonidos.

Claves para la recuperación

Se recomienda que las personas que experimentan estos ruidos se realicen un examen de oído para descartar causas simples, como la acumulación de cerumen, una infección o un orificio en el tímpano. También deben someterse a una prueba auditiva completa para evaluar su tinnitus. Sin embargo, generalmente, cuando se acude a un médico, muchos pacientes ya están atrapados en un ciclo de estrés: la molestia aumenta el estrés, el estrés luego aumenta el tinnitus, lo que genera más estrés, y así sucesivamente.

¿Qué tratamientos pueden ayudar a enmascarar y suavizar los acúfenos? En un artículo publicado por The Conversation, Bradley Kesser, Profesor de Otología y Neurotología, de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, explica que el ruido de fondo a menudo ahoga el tinnitus y muchas fuentes externas pueden funcionar. Por ejemplo, YouTube tiene varios videos que generan sonidos que pueden ayudar a cancelar el sonido incómodo, y algunos de estos tienen pantallas negras que se reproducen toda la noche. También hay aplicaciones gratuitas para teléfonos que están disponibles; para algunas personas, los acondicionadores de aire, los ventiladores, las máquinas de sonido, la televisión y la radio pueden ser efectivos para enmascarar estos sonidos.

También hay dispositivos que producen sonido que se colocan en el oído para ayudar a contrarrestar el tinnitus. Programados por un audiólogo, estos enmascaradores de sonido emiten un tono con el mismo tono que el tinnitus del usuario, lo que ayuda a neutralizar el sonido interno. Para las personas con pérdida auditiva, los audífonos regulares pueden camuflar el tinnitus trayendo ruido de fondo y al mismo tiempo ayudando a los pacientes a escuchar.

En el mismo artículo, Kesser detalla que otro enfoque para tratarla es la terapia cognitiva conductual. Esto ayuda particularmente a las personas con otras afecciones, como depresión , ansiedad, trastorno de estrés postraumático, antecedentes de conmoción cerebral u otra lesión cerebral traumática. Al reducir este estrés subyacente, las personas pueden aprender a vivir con él en lugar de luchar contra él. 

Para algunos pacientes, la terapia de readiestramiento puede funcionar. Combina la terapia cognitiva conductual con un dispositivo de cancelación de ruido programado que reproduce música agradable, con el tono del tinnitus del paciente incrustado en la música. La teoría es que debido a que asocia estos ruidos con música agradable, padecerlo ya no le provoca ansiedad ni estrés. La investigación muestra que el 80 por ciento de los pacientes obtienen al menos algún beneficio de la terapia.

Con todo, la buena noticia es que para muchos pacientes el paso del tiempo puede marcar una gran diferencia ya que, en algún momento, la condición se resuelve en gran medida por sí sola y su impacto disminuye considerablemente.

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ

Investigadores platenses crearon una aplicación para reconocer y actuar ante picaduras de escorpiones

Especialistas del CONICET del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) de La Plata lanzaron una app de educación y prevención en momentos donde el calor favorece la presencia de este tipo de arácnidos conocidos también como alacranes.

Los escorpiones, también conocidos como alacranes, son arácnidos comunes que suelen habitar en áreas naturales. Se encuentran mayormente activos durante la noche y tienden a ocultarse en grietas de árboles, escombros, entre cortezas, bajo leña, en grietas de paredes, bajo pisos de madera, en tuberías, sótanos, depósitos, huecos de ascensores, y otros lugares similares.

En Argentina, la especie peligrosa es el Tityus, y en la región del Gran La Plata se encuentran especies como el Tityus carrilloi y el Tityus confluens, que representan un riesgo. También es posible observar el Bothriuru bonariensis, una especie que no representa peligro para los seres humanos.

Para reconocerlos, el CEPAVE presentó una app para celulares con sistemas iOS y Android denominada «¿Es araña o escorpión?«, junto a la guía «Conviviendo con escorpiones, biología, prevención y datos útiles«, cuya finalidad es brindar información para reconocer las especies y cómo actuar ante una eventual picadura.

Desde el centro de estudios resaltaron la importancia de combatir los escorpiones, destacando la necesidad de reducir la acumulación de residuos para disminuir la presencia de insectos, como grillos y otros arácnidos, que sirven de alimento a los alacranes. También recomendaron ser cautelosos al inspeccionar áreas oscuras y húmedas, así como evitar acumular hojarasca y escombros, entre otras medidas preventivas.

Para minimizar su presencia en el hogar, se sugiere instalar mallas finas, ya sean de alambre o plástico, en las entradas de rejillas, cañerías, salidas de ventilación y desagües. Además, es recomendable colocar burletes o mosquiteros en puertas y ventanas, y reparar grietas en pisos, paredes y techos, utilizando guantes gruesos y calzado apropiado. Estas medidas son efectivas para reducir la entrada y el refugio de los escorpiones en espacios domésticos.

Según la información proporcionada, la picadura de un escorpión es extremadamente dolorosa y difícil de ignorar. Se aconseja evitar tratamientos caseros en la zona afectada, aplicar hielo y buscar atención médica de inmediato en el centro de salud más cercano.

El personal de clínicas y hospitales está obligado a informar los incidentes por picaduras a las autoridades de salud competentes a fin de coordinar las estrategias de vigilancia epidemiológica para garantizar un seguimiento adecuado y una gestión eficiente de la exposición a estos vectores.

Descubierto un nuevo tipo de bacteria en los delfines rosas de la Amazonia brasileña

Por SINC.

Un equipo científico internacional con participación española ha detectado el ADN de una bacteria del género Mycoplasma en la sangre de dos especies de delfines que habitan los ríos y lagos de la selva amazónica. Hasta ahora, estas bacterias solo se conocían en especies terrestres, en las que puede causar anemia, fiebre y hasta la muerte. 

Una investigación en la que participa el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CSIC) ha descubierto un nuevo tipo de bacteria en la sangre de delfines rosas de la Amazonia. Los hallazgos han sido publicados en la revista Emerging Infectious Diseases.

Delfín rosa amazónico (Inia greoffrensis). / AMPA

Los investigadores han detectado el ADN de una bacteria del género Mycoplasma y hemotrófica (se nutre de sangre) en dos especies de delfines que habitan los ríos y lagos de la selva amazónica: el delfín rosa de Bolivia (Inia boliviensis) y el delfín rosa amazónico (Inia geoffrensis), en más del 60 % de los animales analizados, principalmente en los adultos. También estudiaron su presencia en manatíes amazónicos (Trichechus inunguis), especie más emparentada con el elefante que con los delfines, siendo todos ellos negativos.

Para llevar a cabo el estudio, los científicos tuvieron que capturar a los delfines rosas en los ríos y lagos de la selva brasileña, con la ayuda de antiguos pescadores, ahora convertidos en aliados para su preservación.

Animales muy inteligentes

Según los investigadores, el proceso no fue fácil, ya que estos animales son muy inteligentes y aprendían rápidamente dónde estaban situadas las redes, lo que obligaba a recorrer los ríos durante varios días para cambiarlas constantemente de lugar. Para evitar estresar demasiado a los animales el equipo contaba con veterinarios experimentados y tomaba rápidamente las muestras. En el caso de los manatíes amazónicos, las muestras de sangre las facilitó un centro de conservación de la especie localizado en la ciudad de Manaos, que recibe principalmente animales huérfanos.

Los micoplasmas hemotróficos son pequeñas bacterias que generalmente se encuentran en la sangre de los mamíferos y hasta ahora tan solo se conocían en especies terrestres, incluyendo a los humanos, y en leones marinos.

Según Aricia Duarte Benvenuto, primera autora de este trabajo “Aún no está claro el mecanismo de transmisión de estas bacterias: en los animales terrestres sospechamos que los vectores como las garrapatas pueden jugar un papel importante, pero el descubrimiento de esta bacteria en delfines, especies estrictamente acuáticas, abre nuevas posibilidades”, quien añade que se necesita más información para conocer su impacto real sobre la salud de los delfines rosas.

Ríos contaminados

Los delfines rosas y los manatíes están considerados excelentes indicadores de la salud de la selva. En la actualidad, estas especies están amenazadas y se enfrentan a numerosos peligros, como los cada vez más frecuentes incendios forestales provocados, la contaminación de los ríos con mercurio utilizado en la extracción de oro, la transformación de la selva en pastizales para las vacas y el cambio climático, que provoca sequías cada vez más intensas en la región. Además, en algunas zonas cazan ilegalmente a los delfines rosas para utilizarlos como cebo para la pesca de la piracatinga (Calophysus macropterus), un pez con gran valor comercial.

Según Carlos Sacristán Yagüe, veterinario del INIA-CSIC que también ha participado en el trabajo, “el estudio de los agentes infecciosos que afectan a la fauna silvestre es esencial para su conservación; en el caso de los delfines de río estamos comenzando. En un trabajo anterior descubrimos dos herpesvirus diferentes y a estos se suma ahora esta bacteria, posiblemente una nueva especie».

Referencia:
Duarte-Benvenuto A et al. «Hemotropic Mycoplasma spp. in Aquatic Mammals, Amazon Basin, Brazil». Emerging Infectious Diseases

Fuente: SINC.