La tendencia del autorretrato: ¿qué dice la ciencia sobre el fenómeno imparable de las selfies?

POR María Ximena Perez para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Se calcula que cada día se postean un millón de selfies en las diferentes redes sociales. Su uso excesivo puede conducir a problemas de autoestima, ansiedad y adicción.

Hace ya varios años, un argentino que paseaba por Nueva York descubrió a las estrellas del Barcelona Lionel Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets junto con sus familias, que trataban de posar para una foto panorámica, con el famoso puente y la ciudad de Brooklyn detrás. No lo dudó: activó la cámara de su celular y se sacó una selfie para el recuerdo. 

La selfie se convirtió en una forma común de compartir momentos y experiencias en las redes sociales. Cada día, un millón de selfies son posteadas en internet y se estima que los jóvenes que tienen entre 20 a 29 años enviarán, vía Facebook, Instagram y redes sociales similares, casi 26 mil fotos de ese tipo a lo largo de su vida. 

La impresionante selfie desde el espacio fue tomada por el astronauta canadiense Chris Hadfield, que comandó la Expedición 35 a bordo de la Estación Espacial Internacional. Crédito: Nasa.

El fenómeno, tan espectacular como controvertido, es investigado por la ciencia desde diferentes perspectivas, incluyendo su impacto en la autoestima, la percepción de la imagen corporal, la identidad y las relaciones sociales. Desde la Agencia de noticias científicas de la UNQ exploramos la evidencia científica al respecto.

La imagen de Esteban Quaglia en primer plano, con Lionel Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets junto con sus familias detrás, se viralizó a través de las redes sociales. Crédito: Emol.
La imagen de Esteban Quaglia en primer plano, con Lionel Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets junto con sus familias detrás, se viralizó a través de las redes sociales. Crédito: Emol.

En general, aseguran que su uso excesivo puede estar relacionado con problemas de autoestima, ansiedad social y adicción a las redes sociales. Por ejemplo, un estudio divulgado en la revista Personality and Individual Differences encuentra que las personas que publican más selfies en las redes sociales tienden a tener una autoestima más baja y una mayor preocupación por la imagen corporal. Otro estudio, difundido en la revista Computers in Human Behavior, explica que tomar selfies puede aumentar el estrés y la ansiedad, especialmente entre las mujeres.

Sin embargo, también hay investigaciones que destacan el papel positivo que las fotografías pueden tener en la construcción de la identidad digital y la autoexpresión.

Una investigación publicada en la revista Psychology of Popular Media Culture encontró que las personas que toman selfies tienen más probabilidad de explorar su identidad y expresarse a sí mismas en las redes sociales. Mientras que la revista Social Behavior and Personality divulgó un trabajo donde encontró que tomar selfies puede mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.

Como sea, lo cierto es que la ciencia aún explora los efectos de las selfies en diferentes aspectos de la vida humana. En esa línea, un nuevo trabajo difundido en la revista Social Psychological and Personality Science analiza dos maneras de hacer fotografías: la que consiste en captar la escena sin más y las selfies.

Según los investigadores, hacer una foto de una forma u otra tendría un significado distinto. Mientras que cuando se hace una imagen captando una escena desde los propios ojos lo que busca es documentar una experiencia física, cuando se hace una selfie, se está representando a uno mismo en la escena con el objetivo de captar el significado más profundo del acontecimiento.

 
Selfies mortales: mueren más personas sacándose fotos que por ataques de tiburones. Crédito: PngWing.

Para muestra, sirve el siguiente ejemplo: si una persona está de viaje con su pareja y hace una foto de la ciudad que está visitando esa foto es el reflejo de la experiencia física de ese día. Sin embargo, si esa persona hace una selfie con la pareja y la ciudad de fondo, estaría captando ese significado más amplio, que es pasar el tiempo con su pareja.

No todo es vanidad

“No sólo descubrimos que la mayoría de la gente hace ambos tipos de fotos en distintas situaciones, sino que también difieren si el objetivo de la foto es capturar la experiencia física del momento o el significado más amplio del momento en su vida”, afirma Zachary Niese, autor principal de la investigación.

Según Lisa Libby, coautora del estudio y profesora de Psicología en la Universidad Estatal de Ohio, los resultados van en contra de la creencia que dice que la gente se hace selfies en redes sociales como Instagram solo porque es vanidosa. “Estas fotos en las que apareces pueden documentar el significado más profundo de un momento”, dice. “No tiene por qué ser vanidad”.

En la investigación, de la que participaron más de 2 mil personas, descubrieron que los individuos son más propensas a hacerse selfies cuando quieren captar el significado profundo del momento y que, además, recuerdan más ese significado cuando miran esas selfies. Los investigadores también hallaron que las personas tienden a apreciar más sus fotos cuando la perspectiva coincide con el objetivo que persiguen al hacerlas.

“Hacer y publicar fotos forma parte de la vida cotidiana de muchas personas. Aunque a veces la cultura popular se burla de las prácticas fotográficas, las fotos personales tienen el potencial de ayudar a las personas a reconectar con sus experiencias pasadas y a construir sus propias narrativas”, afirma Niese.

Con todo, la cultura de las selfies es un fenómeno complejo que tiene tanto aspectos positivos como negativos. Por eso, es importante ser consciente de los riesgos asociados con estas imágenes y usarlas de manera responsable y equilibrada.

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ

Calentamiento global: los océanos rompen sus propios récords de temperatura

Según los últimos datos del Observatorio Climático de la Unión Europea, Copernicus, la temperatura de la superficie de los océanos subió a 20,96 grados el 30 de julio, la más alta registrada hasta el momento. Qué implicancias tiene para la vida acuática y los seres humanos.

Los océanos del mundo han cruzado una línea alarmante, batiendo récords de temperatura en el verano europeo. Este fenómeno, impulsado por la quema desenfrenada de combustibles fósiles, tiene consecuencias devastadoras para el clima global, la biodiversidad marina y las comunidades costeras. Las aguas se vuelven más cálidas, y para muchas especies marinas, la experiencia se asemeja a estar atrapadas en medio de un incendio forestal en el mar.

La conexión entre el aumento de la temperatura de los océanos y la emisión de gases contaminantes es innegable. Los combustibles fósiles como el carbón, el gas y el petróleo emiten gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera, aumentando así la temperatura de los océanos. Datos del Observatorio Climático de la Unión Europea, Copernicus, señalan que el 30 de julio, la temperatura de la superficie de los océanos alcanzó un histórico 20,96 grados Celsius. Este valor superó el récord anterior de 20,95 grados en marzo de 2016, excluyendo las zonas polares.

La emisión continua de gases de efecto invernadero en la atmósfera, producto de la actividad humana, ha llevado a que los océanos absorban el 90% del exceso de calor generado desde la Revolución Industrial. Este calor se acumula y continúa causando estragos en los delicados ecosistemas marinos.

Las olas de calor marinas se manifiestan cuando hay períodos prolongados -semanas o incluso meses- en los que aumenta considerablemente la temperatura del mar en una determinada región. Esto puede provocar graves efectos en el ecosistema marino (imagen ilustrativa Infobae).

Las olas de calor marinas provocan la migración de especies, extinciones, y la proliferación de especies invasoras que afectan tanto la pesca como la acuicultura. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió una advertencia sobre estos efectos, subrayando que las especies marinas se encuentran en una amenaza inmediata. A medida que la temperatura promedio de los océanos sigue batiendo récords estacionales, sus efectos son ya visibles: el blanqueamiento del coral en Florida es un ejemplo directo.

La amenaza no se limita a la vida marina. Océanos más cálidos tienen menor capacidad para absorber dióxido de carbono (CO2), reforzando así el ciclo de retroalimentación del calentamiento global. Además, la posibilidad del fenómeno de El Niño añadiría más calidez al agua. Se pronostica que los peores efectos de este fenómeno se sentirán en los próximos años. Aunque el El Niño puede tener efectos a corto plazo, la causa principal a largo plazo es la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, derivada de la actividad humana.

El coral cerca de las costas de Florida, en los Estados Unidos, sufre blanqueamiento por el aumento de la temperatura del mar/Extensive coral bleaching in 2010. (Photo: G.P. Schmahl/FGBNMS)

Las evidencias de este calentamiento son tangibles. En la costa de Florida, se han registrado temperaturas de 38,3 grados , mientras que el Océano Atlántico Norte ha alcanzado una temperatura media récord de 24,9 grados. Además, el mar Mediterráneo también ha establecido su propio récord de temperatura diaria con una media de 28,71 grados.

El calentamiento de los océanos no solo representa una amenaza para la biodiversidad marina, sino que también socava la seguridad alimentaria y económica de las comunidades costeras. La conferencia COP28 en Dubai, Emiratos Árabes, está destinada a ser un punto crucial en el debate sobre cómo abordar este problema. Si no tomamos medidas drásticas ahora, el incendio en los océanos podría convertirse en una catástrofe global irreversible. Las especies marinas no pueden escapar de este fuego invisible, y la salud de nuestros océanos y de nosotros mismos depende de las decisiones que tomemos hoy.

Fuente: Infobae

 

Científicos japoneses descubren 168 nuevos geoglifos en Nazca

Por SINC.

Este equipo de académicos de la Universidad de Yamagata hizo el descubrimiento con la ayuda de arqueólogos locales, imágenes aéreas y drones. Se trata de figuras de gran tamaño dibujadas en laderas o cerros.

Un equipo de investigadores japoneses ha descubierto en la costa sur de Perú 168 nuevos geoglifos cerca de las líneas de Nazca, consideradas desde 1994 por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, según ha informado a EFE la Universidad de Yamagata (oeste de Japón).

«En total hemos encontrado 168 figuras: unas 50 humanas, así como aves, felinos, serpientes y también muchas figuras lineales y trapezoides«, dijo Sakai a EFE donde destacó que también se habían encontrado cerámicas.

Desde el inicio del proyecto de investigación en 2004 -y desde 2010 sobre terreno-, los científicos nipones han encontrado ya 358 figuras (incluidas las del nuevo descubrimiento), con las que buscan proteger estos yacimientos, pero también entender el objetivo con el que fueron creadas.

 

«Para proteger las líneas tenemos que saber cuál es su ubicación exacta para que no se conviertan en viviendas o la gente local use la zona para la agricultura», señala Masato Sakai que lidera el estudio; considera que estás eran utilizadas con el objetivo de marcar senderos y caminos.

El investigador explica que ahora también usan inteligencia artificial con el objetivo de encontrar patrones y ver qué se quería comunicar exactamente con estas formas, algo que con métodos de investigación tradicionales llevaría mucho tiempo por el extenso terreno a investigar.

«Podemos encontrar esas figuras en caminos y senderos, por lo que queremos entender las combinaciones para saber qué querían expresar», afirma Sakai.

Tradicionalmente se ha considerado que las líneas de Nazca eran un gran calendario astronómico, otros expertos creen que son figuras religiosas y algunos ufólogos sostienen que fueron pistas de aterrizaje de naves extraterrestres.

Las figuras más representativas son conocidas como la araña, el mono y el colibrí, además del cóndor, el pelícano, la gaviota, el caracol, la ballena, la serpiente y la llama, entre otras.

Las Líneas de Nazca son un conjunto de cientos de figuras geométricas, de animales o plantas situadas en un inmenso desierto en la región de Ica, al sur de Lima, realizados por la cultura nazca (siglo I-VII) y cuya función y significado no están claros, como tampoco lo está la forma en que fueron hechas, ya que algunas superan los 100 metros y solo se pueden contemplar desde el aire.

Fuente: EFE y SINC.