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La primera vuelta al mundo: el triunfo de una empresa imposible
Por María Dolores Higueras Rodríguez para SINC
El 6 de septiembre de 1522 regresó a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) una maltrecha nao capitaneada por Juan Sebastián Elcano, la única que había sobrevivido de la expedición que tres años antes había organizado Magallanes. Los supervivientes traían noticias de descubrimientos y un valioso cargamento de especias, pero su verdadera hazaña era que habían logrado circunnavegar por primera vez la Tierra. Aquella gesta marítima, una de las más importantes de la humanidad, cambió para siempre nuestra forma de ver el mundo.
La navegación oceánica a la que España se vio abocada por el Tratado de Tordesillas en 1494 [donde prácticamente los españoles y portugueses se repartieron el mundo a explorar mediante una línea divisoria] supuso un impresionante desarrollo de técnicas e industrias necesarias para el armamento de nuevos buques, la maquina más compleja de la época.
Por otra parte, también se llevó a cabo una radical transformación de la actividad náutica, prácticamente gremial en la Edad Media, hacia una gran empresa de Estado, en la que la creación de la Casa de la Contratación de Sevilla por parte de la Corona será un instrumento esencial.

Muchos historiadores comparan este impresionante desarrollo científico y técnico de la España del siglo XVI, con el que se necesitó para alcanzar la Luna en el siglo XX. Ambas, la Carrera de Indias y la carrera espacial, fueron realizadas por naciones punteras en su época.
Las dos estuvieron impulsadas por motivos estratégicos y económicos, y fueron el motor de un impresionante desarrollo tecnológico. Ambas fueron consideradas empresas imposibles por muchos de sus contemporáneos, pero resultaron grandes éxitos de alcance mundial que ofrecieron imágenes inéditas y definitivas del planeta que habitamos.
En ese contexto, el éxito de la Expedición al Maluco [islas Malucas con valiosas especias, en Indonesia], que culminó con la primera vuelta al mundo en septiembre de 1522, responde a un esfuerzo colectivo de colosales dimensiones. También es ejemplo de la capacidad de organización del Estado moderno y de la importancia de la iniciativa privada en las grandes empresas de la época.
Aunque, sin duda, sus dos grandes protagonistas fueron Magallanes y Elcano, cualificados y expertos marinos con gran capacidad de mando. Dos visionarios que buscaban la gloria y nos mostraron una nueva imagen del mundo.
La muerte de Magallanes en Mactán (Filipinas) deja inconcluso su objetivo de alcanzar las Molucas y será el gran marino español Juan Sebastián Elcano el que, al mando de una menguada flota, lo consiga.
La decisión imprevista y crucial de Elcano
El liderazgo de Elcano supone un giro gigantesco para el tornaviaje de aquella flota de la especiería, tan maltrecha que no tiene más opción que emprenderlo por la llamada ruta portuguesa. Fue una desesperada y peligrosa opción que Magallanes nunca hubiera tomado, pues considerado un gran traidor por su patria de origen, su vida hubiera peligrado gravemente.
De haber sobrevivido Magallanes, la primera vuelta al mundo habría tenido que esperar y quizá la propia expedición, intentando el tornaviaje por el Pacifico se hubiera perdido para siempre, sin dejar memoria de sus logros.

En cualquier caso, Magallanes y Elcano son inseparables protagonistas de esta epopeya fabulosa. A Magallanes le corresponde el mérito de la idea, el hallazgo del estratégico estrecho interoceánico que hoy lleva su nombre y la primera navegación de europeos por el Pacifico entre América y Asia.
A Elcano, la peligrosísima navegación hasta localizar las Molucas, la negociación de la adquisición de las ansiadas especias, cuya venta sufragaría al retorno a España la totalidad de los cuantiosos gastos generados por la expedición, así como las negociaciones diplomáticas con los reyezuelos de la zona para asegurar el suministro de esta valiosa mercancía en futuras expediciones.
Pero sobre todo se le debe la decisión y culminación del tornaviaje, una decisión que conlleva navegar con éxito el interminable laberinto de islas del océano Indico, el “Gran Mar” para los indonesios, y para escapar al acoso portugués, navegando por el paralelo 40 del Indico Sur, la terrible ruta de los 40 Rugientes, uno de los corredores náuticos más peligrosos e inhóspitos del planeta.
Elcano logro navegar esta infernal derrota [rumbo que llevan las naves], más de 12.800 millas náuticas, con su pequeña y dañada nao Victoria, con los escasos tripulantes hambrientos y enfermos, logrando culminar en tan precarias circunstancias la primera vuelta al mundo, plenamente consciente de la magnitud y trascendencia de su gesta.
Ambas derrotas, la de Magallanes y la de Elcano merecen la gloria. Ninguna existiría para la historia sin la otra, pero solo la culminación de la vuelta al mundo encumbró la expedición del Maluco a la cima de las más importantes gestas marítimas de la humanidad. Ahora se celebra su V Centenario con multitud de actividades.

Aunque, por otra parte, esta extraordinaria hazaña náutica es, como todas las grandes empresas de descubrimiento marítimo de la época, un crisol de la disposición del hombre frente al riesgo y la adversidad, mostrando en esta aventura, física y moral, muy diversas actitudes, sentimientos y valores: autoridad, poder, liderazgo; totalitarismo frente a democracia; honor, lealtad, o traición; altruismo y solidaridad, o ambición; rebeldía o sometimiento; fortaleza moral, estoicismo, valor, o cobardía y crueldad; a la vez que solidaridad, ejemplaridad, emoción, espíritu de superación, entre muchas otras.
Todas estas actitudes y valores presentan, sin duda, rasgos de gran modernidad, porque este mágico y misterioso proceso de la evolución humana camina muy lentamente, y en estos comportamientos y cualidades reconoceremos con facilidad al hombre contemporáneo.
Esta gran gesta española, de alcance mundial, esta “empresa imposible” para sus contemporáneos, culmino sin embargo con éxito. Sus logros, además de cambiar la imagen del mundo conocido en el siglo XVI, abrieron incalculables posibilidades a la globalización por la mar y a la comunicación de todos los pueblos del planeta Tierra.

María Dolores Higueras Rodríguez fue directora técnica del Museo Naval y directora científica del libro La Vuelta Al Mundo De Magallanes-Elcano: La Aventura Imposible 1519-1522 (CSIC)
Fuente: SINC.
Descubren un nuevo insecto atrapado en ámbar hace más de 35 millones de años
Por SINC
El espécimen, llamado Calliarcys antiquus, es una especie de insecto que no había sido descrita hasta ahora y fue localizado en Alemania. En su identificación han colaborado científicos de cinco países, entre ellos, Javier Alba-Tercedor, catedrático de Zoología de la Universidad de Granada, que ha realizado un trabajo clave de microtomografía para obtener imágenes nítidas.
Se ha denominado Calliarcys antiquus, una especie de insecto no descrita hasta ahora, que pertenece al orden de los efemerópteros (o efímeras). El espécimen fue localizado por Arnold Staniczek, del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (Alemania), en una pieza de ámbar del Báltico con una antigüedad estimada entre 35 y 47 millones de años.
Gracias al trabajo especializado de microtomografía dé Javier Alba-Tercedor, catedrático de Zoología de la Universidad de Granada (UGR), se han podido obtener imágenes nítidas del insecto, que han permitido estudiarlo y describirlo en detalle. Los resultados del trabajo se han publicado en la revista Scientific Reports.

Plantas como las coníferas (y algunas leguminosas) se protegen exudando resina, un líquido espeso y pegajoso. Es una reacción a daños en la corteza. En esa resina quedan atrapados insectos de manera frecuente, algo que ocurre desde hace millones de años, lo que ha provocado que muchos de estos insectos hayan quedado conservados en el interior de la resina fosilizada que conocemos como ámbar. Hay yacimientos de ámbar en diferentes partes del mundo, incluido el norte de España, pero los yacimientos del Báltico son los más abundantes.
“En muchos casos la conservación de los especímenes dentro del ámbar es excelente y la transparencia del material que los envuelve permite ver a su través y estudiarlos al microscopio con total detalle”, explica Alba-Tercedor. “Pero en otros la transparencia no es buena, al formarse zonas de opacidad que impiden estudiar ciertos detalles”, indica.
Ante esos casos de reducida transparencia, la microtomografía de rayos X (una técnica similar a la que se utiliza en los hospitales para estudiar los órganos de los pacientes) resulta de gran valor para estudiar los especímenes fósiles conservados en ámbar.
Cuando Staniczek, reconocido especialista de efemerópteros y con amplia experiencia en el estudio de insectos conservados en ámbar, observó la pieza del Báltico, esta era transparente en su totalidad, pero mostraba zonas hialinas rodeando algunas áreas, como el extremo del abdomen, justo donde se sitúa el aparato reproductor masculino (genitalia), imprescindible para caracterizar y poder distinguir unas especies de otras. Por ello, contactó con Alba-Tercedor, por ser especialista en efemerópteros y por su reconocida experiencia en el uso de la microtomografía computarizada aplicada al estudio de insectos.
En la unidad de microtomografía del Departamento de Zoología de la UGR, Alba-Tercedor reconstruyó la totalidad del insecto, incluidas aquellas zonas que la opacidad del ámbar impedía observar. Gracias a la participación de Roman Godunko, del Instituto de Entomología de la Academia Checa de las Ciencias, se identificó la especie no descrita de efemerópteros. Esta pertenece al género Calliarcys, cuya primera especie descrita se encuentra en la península ibérica.
Adicionalmente, y dada la importancia de los estudios moleculares para la caracterización de especies y para conocer su posición evolutiva, se contactó con colegas polacos (Michal Grabowski y Tomasz Rewicz), de la Universidad de Łódź que completaron el estudio con un análisis de ADN de las especies actuales del género.

Labor detectivesca de cinco científicos
“En definitiva, todo comenzó con el descubrimiento de un bonito insecto conservado en ámbar que a los ojos expertos de un científico llamaron su atención. Y que finalmente necesitó de la entusiasta colaboración y labor detectivesca de cinco científicos en centros de investigación de cuatro países, que tras aplicar las últimas técnicas han podido descubrir y describir un insecto que ha permanecido millones de años encerrado dentro de una gota de ámbar”, resume Alba-Tercedor.
La micro-CT se basa en lograr una imagen en 3D mediante el uso de rayos X y utiliza el mismo método de la tomografía computarizada (TC) en medicina, pero a pequeña escala, con una resolución enormemente aumentada, de manera que, si bien en la TC se trabaja en resoluciones de milímetros, en micro-CT se obtienen resoluciones de alrededor de 0,5 micrómetros.
Los nuevos nano-CT están aumentando la resolución y las posibilidades de esta tecnología. La micro-CT representa la microscopía 3D, donde la estructura interna de objetos a escala muy pequeña se captura de manera no destructiva. No se requiere realizar cortes finos, ni un tratamiento complejo previo: un solo escaneo genera muchas imágenes radiográficas con las que obtener imágenes renderizadas 3D de alta resolución de la estructura interna completa de la muestra, dejando la muestra intacta para posteriores tratamientos.
A grandes rasgos, el funcionamiento consiste en una fuente de rayos X que “ilumina” el objeto y un detector de rayos X plano que recoge imágenes de proyección ampliadas. Mediante software de ordenador se transforman las radiografías obtenidas de la muestra en secciones transversales que, utilizando programas de reconstrucción volumétrica, se convierten en imágenes tridimensionales.
Referencia bibliográfica:
Godunko, R. J., Alba-Tercedor J., Grabowski M., Rewicz T. & Staniczek A.H. “Cenozoic Origins of the Genus Calliarcys (Insecta, Ephemeroptera) Revealed by Micro-CT, with DNA Barcode Gap Analysis of Leptophlebiinae and Habrophlebiinae.” Scientific Reports (2022)
Fuente: UGR para SINC.