¿Tiene sentido que Argentina invierta en Ciencia y Tecnología? ¿Qué tienen que ver los celulares inteligentes con la inversión que hace el Estado en Ciencia? ¿Cómo hicieron países como Corea del Sur para lograr transformar su economía? A algunos tal vez les parezca obvio, pero lo cierto es que la ciencia es víctima de su propio éxito y muchos de sus beneficios pueden pasar desapercibidos.
En un recorrido a través de los años repasamos algunos hitos de la historia argentina y recordamos la importancia de que la inversión en ciencia sea sostenida en el tiempo. Con esa mirada, en 2021 se aprobó la Ley de Financiamiento del Sistema Científico y Tecnológico, que implica para 2024 un récord histórico de inversión para el área del 0,39% del PBI. Y hace unos días, se convirtió en ley el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, que traza diez desafíos nacionales para la próxima década. Cara no es la ciencia, cara es la ignorancia.